Hechos sobre: Tadarida brasiliensis
El murciélago mexicano de cola libre, también conocido como murciélago brasileño de cola libre, es un murciélago de tamaño mediano nativo de las Américas y uno de los mamíferos más comunes en América del Norte. Sin embargo, a pesar de su gran número, estos murciélagos enfrentan amenazas debido a la destrucción de su hábitat, ya que tienden a agruparse en grandes colonias en solo unos pocos lugares. En California, su número es particularmente preocupante debido a una población en declive. Conocidos por su increíble velocidad, se dice que los murciélagos mexicanos de cola libre son los voladores horizontales más rápidos del reino animal, alcanzando velocidades de más de 160 km/h (100 mph). En 1995, la Legislatura de Texas los designó como el mamífero estatal.
Descritos por primera vez como una nueva especie en 1824, estos murciélagos fueron originalmente colocados en el género Nyctinomus, que ya no existe. Sus parientes más cercanos se encuentran en Sudáfrica y el sur de Asia. Físicamente, miden alrededor de 9 cm de longitud y se reconocen por sus orejas distintivas, alas largas y pelaje que varía de marrón oscuro a gris. Se alimentan principalmente de insectos, utilizando la ecolocación para cazar. Su rango se extiende desde el sur de los Estados Unidos hasta América del Sur, con grandes colonias en lugares como la Cueva Bracken en Texas.
Los murciélagos mexicanos de cola libre se refugian tanto en cuevas como en edificios, con notables colonias urbanas en ciudades como Austin y Houston, Texas. Son conocidos por sus patrones de migración y su extenso comportamiento de forrajeo. Su dieta consiste principalmente en insectos y tienen depredadores naturales como aves y mamíferos. Aunque la incidencia de rabia es baja entre ellos, no han sido significativamente afectados por el síndrome de la nariz blanca, que impacta a otras especies de murciélagos, probablemente debido a sus preferencias únicas de hábitat.
Estos murciélagos son nocturnos y a menudo buscan alimento a grandes altitudes. Se ha registrado que vuelan a velocidades de hasta 160 km/h. Sus refugios producen grandes cantidades de guano, lo que conduce a altos niveles de amoníaco, una condición a la que tienen adaptaciones genéticas para tolerar. La ecolocación es esencial para su navegación y caza. Durante la temporada de reproducción, las hembras forman refugios de maternidad, mostrando comportamientos complejos de apareamiento y reproducción.
Los esfuerzos para proteger a estos murciélagos incluyen iniciativas de conservación, como las de México dirigidas a preservar la Cueva de la Boca, un sitio de refugio significativo. Aunque son abundantes, poblaciones específicas enfrentan amenazas como el vandalismo, la contaminación y el turismo descontrolado, lo que hace que las medidas de conservación sean cruciales para su protección.