Hechos sobre: Equus africanus somalicus
El asno salvaje somalí, una subespecie del asno salvaje africano, deambula por los paisajes áridos de Somalia, Eritrea y Etiopía. Lamentablemente, está en peligro crítico de extinción, con menos de 1,000 ejemplares en estado salvaje.
Estos animales únicos tienen patas rayadas que se asemejan a las de las cebras. Típicamente dan a luz en primavera, después de un período de gestación de un año. Los potros crecen rápidamente, volviéndose independientes temprano y siendo completamente destetados a los 12 o 14 meses de edad.
La vida en la naturaleza para el asno salvaje somalí es dura. Viven en una estructura social conocida como sociedad de fisión-fusión, lo que significa que forman pequeños rebaños que a veces se fusionan en grupos más grandes cuando los recursos son abundantes. Las hembras y sus crías generalmente se mantienen juntas, mientras que los machos delimitan territorios y dejan montones de excremento para marcar su espacio.
En cautiverio, alrededor de 200 asnos salvajes somalíes están distribuidos en 34 zoológicos en todo el mundo. Los programas de cría en lugares como el Zoo Basel en Suiza, así como en varias instituciones en Francia y Estados Unidos, están trabajando arduamente para aumentar su número.
Los esfuerzos de conservación están en marcha, con proyectos como el de Eritrea, apoyado por el Zoo Basel, que tienen como objetivo proteger a estos animales. También hay una población en la Reserva Natural Yotvata Hai-Bar en Israel. Curiosamente, los burros domésticos en Italia trazan su linaje hasta el asno salvaje somalí.
En América del Norte, el San Diego Zoo Safari Park alberga la mayor población de asnos salvajes somalíes. El parque está activamente involucrado en esfuerzos para salvar a esta fascinante especie en la naturaleza, asegurando que tengan una oportunidad de supervivencia para el futuro.