Castello di Caneva, Caneva

El castillo medieval de Caneva, según algunos estudiosos, se construyó cerca de una torre de vigilancia romana anterior, una construcción común en las estribaciones de las regiones del Véneto y Friuli, derivada a su vez posiblemente de un castelliere paleoveneciano.

La colina sobre la que se levanta el castillo y la zona que se encuentra debajo de él probablemente ya estaban habitadas a principios de la Edad Media, pero se sabe poco sobre este periodo.

A partir de 1034 el castillo aparece entre las posesiones de la Iglesia de Aquileia: fue concedido por el emperador Conrado II al patriarca Poppone para luchar contra los húngaros, población que se dirigía hacia el Véneto hacia el año 1000. Codiciado por varios nobles de Friuli, Treviso e incluso Padua por su posición estratégica, el castillo fue un punto crucial para muchas de las batallas entre las tropas patriarcales y las de la Marca Trevigiana; uno de los momentos más difíciles fue un asedio por parte de los Trevigiani que duró más de quince días y terminó con devastación y muertes.

El castillo, después de someterse a la Serenísima, se mantuvo lo suficientemente eficiente como para resistir el asedio de los turcos. Esta información nos llega de los registros de la parroquia de Caneva, que también recogen el incendio de Castelat di Villa y la invasión turca de las llanuras entre el Véneto y el Friuli. A partir del siglo XVII comenzó la decadencia del castillo y hoy en día sólo quedan restos del antiguo señorío de los muros de defensa y algunas torres. En el centro de las murallas derruidas se encuentra la iglesia de Santa Lucía, del siglo XI, y el campanario. En el interior de la primera hay frescos renacentistas, entre ellos un San Lorenzo estático dentro de un nicho pintado, debido al pintor Pietro Gorizio.