Basílica de Santa Maria della Salute, Venecia

La Basílica de Santa Maria della Salute es una de las iglesias más emblemáticas de Venecia, Italia. Ubicada en la punta del Gran Canal, esta iglesia barroca se erige como un símbolo de agradecimiento por la liberación de la ciudad de la peste que asoló a Europa en el siglo XVII. Su majestuosa cúpula y su impresionante fachada se reflejan en las aguas del canal, ofreciendo una de las vistas más fotografiadas de la ciudad.

Construida entre 1631 y 1687, la iglesia fue diseñada por el arquitecto Baldassare Longhena, quien a los 32 años se embarcó en la que sería la obra maestra de su carrera. La Salute, como comúnmente se le conoce, no solo es un lugar de culto sino también un monumento dedicado a la Virgen María, a quien se invocó para la salud y la salvación de los venecianos durante la pandemia.

El interior de la basílica es igualmente impresionante, con su espaciosa nave central rodeada de capillas y adornada con obras de arte de Tintoretto y Titian. La luz natural que se filtra a través de las ventanas realza el mármol y los mosaicos que decoran las paredes y el suelo, creando un ambiente de serenidad espiritual.

La Basílica de Santa Maria della Salute no solo es un lugar de gran importancia religiosa, sino también un punto de interés arquitectónico y cultural. Abierta al público, acoge a numerosos visitantes cada año que vienen a admirar su belleza y a descubrir más sobre la rica historia de Venecia.

Cada 21 de noviembre, la ciudad celebra la Festa della Madonna della Salute, una de las festividades más sentidas por los venecianos. En este día, se construye un puente temporal sobre el Gran Canal para que los fieles puedan llegar a la iglesia y rendir homenaje a la Virgen.