Catedral de Milán, Milán

La Catedral de Milán, conocida como el Duomo, es uno de los ejemplos más impresionantes de la arquitectura gótica en Italia y un símbolo icónico de la ciudad de Milán. Esta majestuosa iglesia se alza en el corazón de la capital lombarda, dominando el panorama urbano con sus agujas puntiagudas y su fachada blanquecina.

Construida a lo largo de varios siglos, la edificación de la Catedral de Milán comenzó en el año 1386 y no fue hasta 1965 que se consideró completamente terminada. Su vasta estructura está adornada con más de 3.400 estatuas, y su aguja más alta, sobre la cual se posa una estatua dorada de la Virgen María conocida como la Madonnina, es un punto de referencia para todo Milanés.

El Duomo de Milán no es solo notable por su arquitectura exterior. El interior de la catedral es igualmente impresionante, con altísimas columnas que se elevan hacia el cielo, vitrales de colores que cuentan historias bíblicas y una sensación de espiritualidad que envuelve a los visitantes. Entre sus tesoros se encuentra la famosa escultura de San Bartolomé desollado, obra de Marco d'Agrate, y el clavo que se dice proviene de la Cruz de Cristo.

Con una capacidad para albergar a aproximadamente 40,000 personas, la Catedral de Milán no solo es un lugar de culto, sino también un punto de encuentro cultural e histórico. Los visitantes pueden ascender a su terraza, desde donde se puede disfrutar de una vista panorámica de Milán y, en días despejados, incluso vislumbrar los Alpes.