Spiagge bianche

Las Playas Blancas constituyen un tramo de unos cuatro kilómetros de costa de arena en el municipio de Rosignano Marittimo, en la Toscana, entre las aldeas de Rosignano Solvay y el centro del pueblo de Vada. Bañadas por el mar de Liguria, están situadas en el extremo norte del litoral de la Maremma.

El inusual color de la arena, por el que se compara la playa con una costa tropical, es el resultado de años de procesamiento y vertido de carbonato cálcico por parte de una planta del grupo Solvay, situada en Rosignano Solvay, a un kilómetro de la costa. La fábrica de sosa, que resulta ser la mayor de Europa, se construyó en 1912 cerca de la playa y comenzó a funcionar en 1914, produciendo, además de ceniza de sosa, peróxido de hidrógeno, polietileno, cloruro de calcio, bicarbonato de sodio y ácido clorhídrico. El acceso a la playa se realiza a través de una pequeña colina, que hasta 1983 servía de vertedero para los residuos de la producción y las basuras domésticas.

Debido a los vertidos de Solvay, que incluyen varios contaminantes, las Spiagge Bianche se encuentran entre las más contaminadas de Italia y la pesca en las aguas circundantes está muy restringida. Además, este tramo de costa se encuentra entre los 15 lugares costeros más contaminados de Italia, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Cada año se vierten al mar más de 100.000 toneladas de residuos. Sin embargo, incluso en los años anteriores a la reconversión de la industria, este tramo de costa recibió varias veces la Bandera Azul y las Playas Blancas siguen siendo uno de los destinos costeros más populares de la Toscana.