Circo Romano, Milán

El Circo Romano de Milán era un antiguo circo en la ciudad romana de Mediolanum, la actual Milán. El edificio, que medía 470 metros de largo y 85 de ancho, era el mayor circo romano construido en la época de la Tetrarquía de Diocleciano. Pocas ciudades romanas podían presumir de poseer un circo, ya que era un símbolo de gran poder económico, dado el coste de mantener una estructura y unos caballos tan grandes, y de poder militar. En el norte de Italia, aparte de Milán, sólo Aquilea poseía un circo. En el circo romano de Milán se celebraban sobre todo competiciones deportivas a caballo, conducidas tanto por carros como por cuadrigas, y excepcionalmente luchas de gladiadores.

El circo romano de Milán se construyó a instancias del emperador Maximiano entre los siglos III y IV en el lecho del arroyo Nirone, en la época en que Mediolanum era la capital del Imperio Romano de Occidente. El circo fue probablemente destruido en abril de 1162, cuando Federico I Barbarroja asedió y arrasó Milán, intimidado por el poder que la ciudad había adquirido durante el siglo XI.

El circo ocupaba una zona situada aproximadamente entre el moderno Corso Magenta, Via del Torchio, Via Brisa, Via Cappuccio, Via Circo y Via Morigi. De la construcción original se conservan partes de los cimientos de las gradas, descubiertas en algunos sótanos de Via Brisa y Via Morigi, y algunos restos de mampostería en Via Circo y Via Vigna, aislados de los edificios vecinos y visibles desde el interior del patio de los edificios modernos. La parte mejor conservada de la estructura es una de las dos torres laterales de las carceres, o puertas de salida de los carros, que ha llegado hasta nosotros prácticamente intacta, habiéndose convertido en el campanario de la iglesia de San Maurizio al Monastero Maggiore.