Fonte Feronia, Narni
Datos e información práctica
El manantial de Feronia es una fuente de agua de origen prerromano situada en Narni. Estaba dedicado a la diosa Feronia que, en los narnios de la época, gozaba de tal culto y respeto que era adorada no sólo por los umbros, sino también entre los etruscos, volscos y sabinos. El agua del manantial, hoy declarada no potable e incontrolada, era muy apreciada por los narnianos por sus características de pureza y ligereza. Características que alejaban a los antiguos habitantes del centro de la vida de la ciudad, convirtiéndose así en destino de peregrinaciones en honor a la diosa que, entre otras virtudes, representaba la eterna primavera y la pureza del agua. El templo original, la estatua de Feronia y el bosque sagrado de alces sombríos fueron destruidos por los primeros cristianos de Narnia. Como consecuencia, el lugar, considerado sagrado hasta hace poco, pasó a llamarse "maccla mortua". La primera indicación histórica del lugar se remonta al año 1100, como puede verse en el Liber gemniagraphus sive cleronomialis Ecclesiae Farfensis, más conocido por el nombre de Regestum Farfense escrito por Gregorio de Catino en 1128, donde se informa de que un noble narnés, Beraldo di Rolando, donó todas sus posesiones a la abadía de Farfa excepto la "maccla mortua quae vocatur Ferone".
En los estatutos de Narni hay varias citas que hacen referencia a Porta Feronia y a la fuente de Feronia. El capítulo 143 del libro 111 dice: "Se ordena que no se ofenda a las mujeres que van a sacar agua del manantial de Feronia, tanto a la ida como a la vuelta". El poeta húngaro Janus Pannonius, de paso por Narni en 1458, encontró la inspiración en saciar su sed en las aguas del manantial, escribiendo así un elegante poema en latín titulado "Carmen de fonte narniensi", que reproducimos aquí en su versión latina: Sacri fontis ave, mater Feronia, cuius felix Paeonias Narnia potat aquas. Iam prope litorei tetigit sol brachia cancri, sentit et Icarium fervida terra canem. Tolle sitim; saevis tulerat Langia Pelasgis, quae nostra exurit pectora, tolle sitim. ¡Sic tibi magna parens alimenta aeterna ministret, sic nunquam vena pauperiore fluas! En semel, en iterum, quos ferrea fistula fundit, excipiunt latices guttura sicca tuos. ¡O quantus rediit membris vigor, o mea quanto viscera divinus liberat igne liquor! Nec venter, quamvis repetito immurmurat haustu, sudorem subitum nec gravis humor agit. Ergo operae nobis pretium fuit alta labantis ad iuga clivoso tramite ferre gradus. Iam libet et pulchram mirari turribus arcem, quae surgit sanctis proxima gurgitibus, audire et strepitum, quem subter valle profunda spumea sulfurei fluminis unda facit, ac totos circum-lustrare ex ordine montis, pura salutiferi quos fovet aura poli. Ante voluptatem spectacula nulla movebant, cum premeret torrens ora perusta vapor. Ocius huc adsit toto grege pinguior haedus, mutet et effusus vitrea stagna cruor. Adsint et liquido Bacchi cum munere flores, nec cesset laudes vox resonare pias: salve iterum e Latiis longe celeberrima Nymphis, hospitis et grati suscipe dona libens. Tu placidam miseris requiem mortalibus affers corpora morosis febribus aegra levans. Nec soli debent homines tibi, debet at aether, aurea cum pascas roribus astra tuis. Phryx puer haud alias miscet cum nectare lymphas, nec sua Mars alio vulnera fonte lavat. Debita solventur semper tibi vota quotannis, dum mea vitalis spiritus ossa reget. Nec plus Castalias, quam te, venerabimus undas, Musarum et nobis numinis instar eris. Sed tamen in fessas unde haec medicina medullas, omnia quae nostis, dicite, quaeso, deae. Euander ternis Herilum spoliaverat armis, crudeles genitrix invocat orba deos. Iupiter est flentem caelo miseratus ab alto, corpus et in tenues iussit abire lacus, nec voluit rivis esse ex vulgaribus unum, sed superis magno fecit honore parem. Praecipua hinc levitas, hinc vis contraria morbis, hinc clarum tota nomen in Ausonia.
En 1582, el manantial se sometió a una restauración, a instancias de monseñor Giulio Ranuzi, gobernador de Narni, que presumiblemente se completó en 1609, tal y como se indica en la placa del interior del manantial. En 1851, el historiador de Narni Giovanni Eroli encargó a la Universidad de Perugia un análisis del agua del manantial, que arrojó la siguiente respuesta: "Con razón, el agua conocida como Feronia goza de buena reputación entre las aguas potables, ya que goza del más alto grado de los principales requisitos que deben tener las aguas potables, a saber, que contiene mucho oxígeno y muy poco de otras sustancias disolventes".
Alrededor de 1984, el grupo espeleológico local realizó prospecciones en el interior del túnel del antiguo manantial, datándolo, por sus características y técnicas de construcción, entre el siglo IV a.C. y el siglo III a.C. La ubicación temporal del artefacto confirma la tesis de un lugar de culto pagano ya expresada a finales del siglo XIX por Giovanni Cotogni de Narni: "Entre los otros templos que existían en Narni por la superstición de los gentiles aplicada a falsas deidades estaba el de Luco e Fonte di Feronia, hoy conocido con un nombre alterado como ese sitio Ferogna. Allí probablemente, como en algunos otros lugares, Gravi el templo y la estatua de la diosa Feronia siendo también actualmente un mármol en esa fuente en la que está tallada una gran llama tal vez la insignia de esa antigua vanidad. La verdad es que ese manantial, al haber pasado por estimadas minas, es de agua muy salubre, y se tiene en gran estima tanto por su rara limpidez como por su prerrogativa de fácil digestión".
En 1997, financiada por la fundación de un banco local, la fuente volvió a ser restaurada, pasando de sus característicos muros de piedra a un yeso más anónimo y ciertamente menos impresionante.
Narni
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