Villa Pigneto del Marchese Sacchetti, Roma

La Villa Pigneto o Sacchetti, o también el Casino al Pigneto del Marchese Sacchetti fue una villa en Roma, Italia, diseñada por el artista barroco Pietro da Cortona. Una segunda Villa Sacchetti, más sencilla, ahora llamada Villa Chigi, se encuentra en Castelfusano, cerca de Ostia, y también fue decorada por Cortona.

La villa romana era un casino suburbano o elaboradamente decorado, que se mantuvo en pie sólo durante algunas décadas tras su finalización en 1630, justo en la entonces periferia de Roma a los pies del Monte Mario. Desde la rampa superior de la entrada al jardín, se podían vislumbrar, por encima del pigneto circundante, las cúpulas de la Basílica de San Pedro y del centro de Roma.

Como el nombre del casino indica, se trataba de una "casa de recreo", un alojamiento donde los notables podían refugiarse de la abarrotada Roma. La villa suburbana fue encargada por el marqués florentino Marcello Sacchetti, tesorero papal del derrochador Papa Urbano VIII Barberini. Otros miembros de esta familia se beneficiaron durante unas décadas de la asociación con el papa, entre ellos su hermano Giulio, nombrado cardenal, y otro hermano, nombrado general de los ejércitos papales. Cortona, compatriota de la Toscana, diseñó la villa para su antiguo mecenas.

Sólo podemos reconstruir la villa a partir de grabados, pinturas, planos y los escasos restos arquitectónicos que quedan, aunque los hallazgos coinciden en general. El esfuerzo fue fruto de uno de los primeros diseños arquitectónicos de Cortona. La casa se construyó sobre un alto zócalo en una ladera. El acceso al jardín tenía tres niveles, al igual que la Villa Giulia de Vignola del siglo anterior; unos atrevidos tramos simétricos de escaleras daban dramatismo a la entrada y flanqueaban una gran fuente con cascadas y un ninfeo. Encima, un pabellón de tres pisos con alas inferiores que se inclinan hacia delante. El abrazo cóncavo hacia delante de las alas está reforzado por la exedra central, que recuerda al Cortile del Belvedere del Vaticano. A diferencia de la Villa Giulia y el Belvedere, la fachada está elaboradamente decorada. La estatuaria, en un estilo que recuerda al Palazzo Chiericati de Palladio en Vicenza, crenela el horizonte. En un modelo que se repetirá en los planes de Cortona para el Palacio Chigi en Roma, que nunca se llevaron a cabo, y más tarde en la Fuente de Trevi, este palacio integra las fuentes en la entrada.

En 50 años, los Sacchetti y los Barberini cayeron en desgracia, el palacio se deterioró mucho y pronto se convirtió en una ruina. La villa también tuvo sus críticos contemporáneos; Bernini comparó la estructura con un "pesebre de Navidad" A mediados del siglo XIX, los Sacchetti que sobrevivieron vendieron el lugar y arrasaron la estructura restante. Fue, para su época, un diseño atrevido, que influyó en otras creaciones barrocas. Hoy, la zona es un parque.