Tempio di Minerva Medica, Roma

El erróneamente llamado Templo de Minerva Médica es, en realidad, un ninfeo en ruinas de la Roma Imperial, situado entre la vía Labicana y las Murallas Aurelianas y justo dentro de la línea del Anio Vetus. En su día formaba parte de los Horti Liciniani, en la colina del Esquilino, y ahora da a la moderna Via Giolitti. En su día se pensó que era el templo de Minerva Medica mencionado por Cicerón y otras fuentes. En realidad, se trata de un nymphaeum, un edificio dedicado a las ninfas y a menudo relacionado con el suministro de agua, que data del siglo IV. La estructura decagonal en opus latericium se conserva relativamente bien, ya que la cúpula completa no se derrumbó hasta 1828. Está rodeada por tres lados con otras cámaras añadidas posteriormente. No se menciona en la literatura antigua ni en las inscripciones.

La estructura representa una transición en la arquitectura secular romana entre el comedor octogonal de la Domus Aurea y la cúpula del Panteón, y la arquitectura de las iglesias bizantinas cercanas. El diámetro de la sala es de unos 24 metros, y la altura era de 33, importante desde el punto de vista estructural, sobre todo por las nervaduras de la cúpula. En el interior hay nueve nichos, además de la entrada, y sobre ellos hay diez ventanas de arco redondo correspondientes. Tanto las paredes interiores como las exteriores estaban cubiertas de mármol.

En la Roma Instaurata de Flavio Biondo, del siglo XV, estas ruinas se llaman Le Galluzze, un nombre de significado incierto que se había aplicado antes a unas ruinas cercanas a la basílica de Santa Croce en Gerusalemme. Su identificación errónea como templo de la época republicana data del siglo XVII, basada en la impresión errónea de que allí se había encontrado la Atenea Giustiniani.