Hechos sobre: Recurvirostra
Las avocetas, pertenecientes al género Recurvirostra, conforman un fascinante grupo de aves zancudas estrechamente relacionadas con los zanco. Existen cuatro especies en este género, reconocibles por sus largas patas y distinguidos picos curvados hacia arriba. El término "avoceta" probablemente proviene de la palabra italiana "avosetta."
Estas elegantes aves se encuentran a menudo en humedales salobres o salinos, donde utilizan sus característicos picos para barrer de lado a lado en busca de alimento. Su dieta se compone principalmente de insectos acuáticos y pequeñas criaturas. Las avocetas se distinguen por su llamativo plumaje blanco y negro, aunque algunas especies también presentan marcas rojizas. Suelen anidar en el suelo formando colonias dispersas y pueden nadar gracias a sus patas palmeadas.
La avoceta común tiene un lugar especial como emblema de la Royal Society for the Protection of Birds (RSPB). Las cuatro especies del género Recurvirostra están bien adaptadas a la vida en ambientes estuarinos y a menudo se alimentan en lodos de bahías expuestos o en planicies de marea. Son conocidas por su comportamiento territorial agresivo en grandes colonias, a menudo repeliendo a otras aves que intentan anidar cerca.
Históricamente, las avocetas desaparecieron de Gran Bretaña debido a la pérdida de hábitat y la persecución, pero realizaron una notable reaparición después de la Segunda Guerra Mundial, volviendo a anidar en tierras recuperadas cerca de The Wash.
Un dato curioso es que se ha descubierto una especie fósil, Recurvirostra sanctaneboulae, del período Eoceno tardío en Francia.
Las avocetas son celebradas por sus comportamientos y adaptaciones únicos, lo que las convierte en un tema cautivador para observadores de aves y conservacionistas por igual.