Hechos sobre: Sarkidiornis melanotos
El pato de pico abultado, también conocido como el pato crestado africano, es una fascinante especie de pato grande que prospera en los humedales tropicales de toda el África subsahariana, Madagascar y partes de Asia. Frecuentemente, los taxónomos distinguen esta especie del pato crestado. Curiosamente, lo que en una ocasión se consideró el "pato crestado de Mauricio" extinto resultó ser un ganso de Mauricio mal identificado.
Este pato se destaca por sus características distintivas. Posee una cabeza blanca con manchas oscuras, un cuello y partes inferiores blancas, y partes superiores de un negro azulado brillante. Los machos exhiben un abultamiento negro característico en sus picos. Los jóvenes de esta especie se asemejan notablemente a las hembras grisáceas de los gansos pigmeos de algodón. Generalmente, estos patos son silenciosos, pero emiten un sonido bajo y croante cuando se sienten amenazados.
Ha habido cierto debate sobre la clasificación exacta del pato de pico abultado en el árbol genealógico de los patos. Algunos expertos lo ubican en la subfamilia Anatinae, mientras que otros opinan que pertenece a la subfamilia Tadorninae o de los patos crestados.
En cuanto a su hábitat, los patos de pico abultado prefieren los pantanos de agua dulce y los lagos. Su dieta incluye vegetación, peces pequeños, invertebrados y semillas. Sin embargo, pueden ser problemáticos para los agricultores de arroz, ya que ocasionalmente se alimentan de los cultivos.
Aunque sus poblaciones están disminuyendo en algunas áreas, el pato de pico abultado no se considera globalmente amenazado. Son animales sociales, frecuentemente observados en bandadas que pueden segregarse por género. La reproducción ocurre durante y después de la temporada de lluvias, con las hembras poniendo entre 7 y 15 huevos. Los machos pueden tener múltiples parejas y son protectores tanto de sus compañeras como de sus crías.
La especie se beneficia de las protecciones bajo el Acuerdo sobre la Conservación de las Aves Acuáticas Migratorias de África-Eurasia, lo que contribuye a asegurar su presencia continua en nuestros humedales.