Pirámide del Sol, Teotihuacán

La Pirámide del Sol, una majestuosa estructura que se alza en el corazón de la antigua ciudad de Teotihuacan, es uno de los monumentos más emblemáticos de México. Este histórico hito, situado a unos 50 kilómetros al noreste de la Ciudad de México, forma parte de una de las zonas arqueológicas más importantes del país.

Con una altura aproximada de 65 metros, la Pirámide del Sol impone su presencia en el paisaje teotihuacano. Fue construida aproximadamente en el año 200 d.C., y es la tercera pirámide más grande del mundo en volumen. La base de la pirámide es casi cuadrada, y mide cerca de 225 metros por lado, lo que proporciona una base sólida para la estructura monumental.

Los visitantes de Teotihuacan pueden subir los 248 escalones que llevan a la cima de la Pirámide del Sol, desde donde se obtiene una vista panorámica impresionante de toda la ciudad antigua y sus alrededores. Desde esta perspectiva elevada, es posible apreciar la magnitud y la precisión de la planificación urbana teotihuacana, incluyendo la famosa Calzada de los Muertos, que se extiende hacia la Pirámide de la Luna y más allá.

El significado original y la función de la Pirámide del Sol, así como de toda la ciudad de Teotihuacan, siguen siendo un misterio, ya que la cultura teotihuacana no dejó registros escritos que los arqueólogos hayan podido descifrar. Sin embargo, se cree que la pirámide tenía una gran importancia religiosa y era un centro de culto al sol.

Para los turistas interesados en la historia y la arqueología, la Pirámide del Sol ofrece una ventana al pasado prehispánico de México. Es recomendable llevar calzado cómodo para la escalada, agua, sombrero y protector solar, especialmente en días soleados, ya que el sitio puede alcanzar altas temperaturas. Además, se sugiere llegar temprano para evitar las multitudes y para aprovechar la luz suave de la mañana, ideal para la fotografía.