Hechos sobre: Moldovan cuisine
La cocina moldava ofrece una deliciosa mezcla de sabores y tradiciones, estrechamente vinculada a la gente de Moldavia y la región separatista de Transnistria. Esta gastronomía incluye alimentos básicos como carne de res, cerdo, papas, repollo y una variedad de cereales. Posee una notable similitud con la cocina rumana e incorpora influencias de las tradiciones culinarias griega, polaca, ucraniana, rusa y otomana.
Gracias al suelo fértil de Moldavia, el país disfruta de una abundancia de productos frescos, entre los que se encuentran uvas, frutas, verduras, cereales, carne y productos lácteos, todos ellos esenciales en sus platos típicos. Algunos de los favoritos tradicionales incluyen mămăligă (una especie de polenta), brânză (queso en salmuera), ghiveci (un guiso sustancioso) y borș (una variedad de sopas ácidas). Los platos de carne, especialmente aquellos elaborados con cerdo, res y cordero, son muy populares y a menudo se asan o se grillan a la perfección. Las comidas especiales de días festivos pueden incluir rollos de repollo rellenos, pilaf, gelatina de cerdo y una variedad de exquisitos productos horneados.
Los diversos grupos étnicos dentro de Moldavia aportan sus propios sabores únicos al paisaje culinario. Por ejemplo, los ucranianos en Moldavia disfrutan del borscht, los búlgaros de Besarabia preparan managea, y el pueblo gagauz cocina shorpa.
En cuanto a las bebidas, los moldavos tienen predilección por el divin (brandy), la cerveza y los vinos locales hechos con variedades de uva como Fetească, Rara neagră y Busuioacă albă. Moldavia es particularmente conocida por sus vinos espumosos, destacándose la bodega Cricova por su excepcional vino espumante elaborado con variedades de uvas europeas.