Hechos sobre: Melittosphex burmensis
Melittosphex burmensis: Una Mirada a la Historia de las Abejas Antiguas
Imagina encontrar una pequeña abeja antigua atrapada en ámbar durante millones de años. Esto es exactamente lo que ocurrió en 2006, cuando George Poinar, Jr., un zoólogo de la Universidad Estatal de Oregón, describió a Melittosphex burmensis. Este notable descubrimiento provino de ámbar birmano hallado en el Valle de Hukawng, en el norte de Myanmar, que data del período Cretácico, hace aproximadamente 100 millones de años.
El nombre Melittosphex burmensis combina palabras griegas que significan "abeja de miel" y "avispa" reflejando sus características únicas. Esta diminuta abeja, de solo unos 3 milímetros de longitud, es aproximadamente una quinta parte del tamaño de una abeja moderna. Se distingue porque no encaja perfectamente en ninguna familia de abejas existente. En cambio, presenta una mezcla fascinante de rasgos de avispas carnívoras y abejas recolectoras de polen. Con una cabeza en forma de corazón y pelos ramificados en su cuerpo, esta abeja antigua ofrece una visión de la evolución temprana de las abejas.
Lo que resulta aún más emocionante es que Melittosphex burmensis es la especie de abeja más antigua conocida, superando a la siguiente especie más antigua por unos impresionantes 40 millones de años. Este descubrimiento fue detallado en la revista Science por Poinar y el investigador de abejas Bryan Danforth.
Añadiendo al interés, en 2020 se descubrió otra especie de abeja antigua, Discoscapa apicula, en el mismo depósito de ámbar. Este hallazgo enriquece aún más nuestra comprensión de la diversidad antigua de las abejas. Las características recolectoras de polen de estas abejas del Cretácico podrían incluso arrojar luz sobre la rápida expansión de las plantas con flores durante esa era.