Hechos sobre: Gyps coprotheres
El buitre del Cabo, conocido también como buitre de Kolbe o grifo del Cabo, es una ave fascinante nativa del sur de África. Estas impresionantes criaturas pueden avistarse en Sudáfrica, Lesoto, Botsuana y partes de Namibia. Prefieren anidar en acantilados y generalmente ponen solo un huevo al año. Lamentablemente, han sido catalogados como En Peligro desde 2015, y sus números están disminuyendo debido a diversas amenazas.
Estos buitres son bastante llamativos. Los adultos tienen un plumaje de color crema con plumas de vuelo y cola oscuras, y sus ojos son de un distintivo tono amarillento. Los ejemplares jóvenes son más oscuros y presentan estrías. En promedio, un buitre del Cabo adulto mide entre 96 y 115 cm de longitud, tiene una envergadura de 2.26 a 2.6 metros y pesa entre 7 y 11 kg. También poseen parches de piel desnuda en la base de sus cuellos, lo que podría ayudarles a detectar cambios de temperatura.
Los buitres del Cabo prosperan en áreas montañosas donde pueden posarse y reproducirse en las paredes de los acantilados. Aparte de Sudáfrica, también se han avistado en Angola, Mozambique y Zimbabue. Desafortunadamente, estas aves enfrentan numerosas amenazas. La disminución de carroña disponible, el envenenamiento por tratamientos para el ganado como el diclofenaco, la electrocución por líneas eléctricas, la pérdida de hábitat y la recolección insostenible están afectando gravemente su población.
Un evento particularmente trágico ocurrió en 2019, cuando se encontraron más de 500 cadáveres de buitres, incluidos buitres del Cabo, en Botsuana. Es probable que estas aves fueran envenenadas al alimentarse de cadáveres de elefantes dejados por cazadores furtivos. Los buitres juegan un papel crucial en nuestros ecosistemas al limpiar los cadáveres, lo que ayuda a prevenir la propagación de enfermedades. También son actores clave en los esfuerzos contra la caza furtiva, por lo que protegerlos es de suma importancia.