Hechos sobre: Indotyphlops braminus
Conozca a la Serpiente Ciega de Brahminy: El Pequeño Viajero No Venenoso
La serpiente ciega de Brahminy, científicamente conocida como Indotyphlops braminus, es una pequeña criatura fascinante que se ha extendido desde África y Asia a varias partes del mundo. Es posible que la haya oído mencionar por otros nombres, como serpiente de maceta, serpiente ciega común, serpiente ciega de isla, serpiente teliya o serpiente ciega hawaiana. Estos apodos reflejan su amplia distribución, a menudo facilitada por el comercio de plantas.
Apariencia y Hábitat
A primera vista, podría confundir a una serpiente ciega de Brahminy con una lombriz de tierra. Son pequeñas, alcanzando longitudes de solo 5 a 15 centímetros, y están cubiertas por pequeñas escamas. Sus cabezas y colas son tan similares que es difícil distinguirlas, y sus ojos están prácticamente atrofiados. Estas serpientes poseen 14 filas de escamas dorsales, lo que les proporciona un aspecto elegante y brillante.
Las serpientes ciegas de Brahminy son fosoriales, lo que significa que pasan la mayor parte de sus vidas bajo tierra. Se encuentran en una variedad de hábitats, desde áreas urbanas y campos agrícolas hasta regiones boscosas. Disfrutan especialmente de esconderse en nidos de hormigas y termitas, bajo troncos y entre la hojarasca húmeda.
Una Estrategia Reproductiva Única
Una de las características más interesantes de la serpiente ciega de Brahminy es su partenogénesis. Esto significa que todos los individuos son hembras y pueden reproducirse sin necesidad de un macho. Ponen huevos o dan a luz crías vivas, siendo todas ellas hembras genéticamente idénticas. Este rasgo singular contribuye a la supervivencia de la especie en diversos entornos.
Adaptación y Expansión
La supervivencia de la serpiente ciega de Brahminy está estrechamente ligada a la humedad y la temperatura del suelo. A lo largo de los años, han sido introducidas en muchos países, a veces intencionalmente, para controlar poblaciones de termitas. Hoy en día, se pueden encontrar en lugares como Australia, las Américas y Oceanía, gracias a su capacidad de adaptación y al comercio global de plantas.