Hechos sobre: Bombycilla garrulus
El ampelis europeo es un ave encantadora, del tamaño de un estornino, que habita en los bosques del norte del Paleártico y América del Norte. Con sus plumas de color gris pardo, llamativas marcas negras en la cara y una distintiva cresta puntiaguda, es fácil de identificar. Una de sus características más singulares son las puntas rojas, parecidas a cera, en sus alas.
Estas aves prefieren reproducirse en bosques de coníferas cercanos al agua. Cuando llega el momento de anidar, construyen nidos en forma de copa y ponen entre tres y siete huevos. Los polluelos, que nacen indefensos, son cuidados por ambos padres. Aunque los ampelis europeos se alimentan principalmente de frutas, cambian a insectos durante la temporada de reproducción. Curiosamente, pueden procesar el alcohol de la fruta fermentada, aunque a veces esto puede dejarlos un poco mareados.
En invierno, cuando la fruta escasea, los ampelis europeos son conocidos por sus movimientos irruptivos, viajando grandes distancias en busca de alimento. Pertenecen a la familia Bombycillidae, que incluye tres especies: el ampelis europeo, el ampelis americano y el ampelis japonés. El ampelis japonés es su pariente más cercano dentro del género. Existen tres subespecies de ampelis europeo, cada una con ligeras variaciones.
Estas aves tienen una amplia distribución, reproduciéndose en regiones del norte y migrando hacia el sur cuando llega el invierno. A menudo se posan juntos en grandes grupos. Los ampelis europeos exhiben comportamientos de anidación monógamos desde mediados de junio hasta julio, aunque tienden a anidar en bajas densidades. Enfrentan amenazas de depredadores como aves rapaces y riesgos como colisiones con coches o ventanas. Sin embargo, no son afectados por el parasitismo de cría debido a su dieta rica en frutas. No obstante, sí sufren de parásitos como ácaros y parásitos sanguíneos.
Con una población global estimada en más de tres millones, los ampelis europeos están clasificados como "Preocupación Menor" por la UICN, gracias a sus grandes números y extensas áreas de reproducción.