Hechos sobre: Cephalorhynchus hectori
El delfín de Héctor es una especie fascinante exclusiva de Nueva Zelanda. Pertenece al género Cephalorhynchus y tiene dos subespecies: el delfín de Héctor de la Isla Sur (C. h. hectori) y el críticamente amenazado delfín de Māui, que habita la costa oeste de la Isla Norte. Reciben su nombre en honor a Sir James Hector y son reconocidos por su pequeño tamaño y apariencia distintiva.
Los delfines de Héctor adultos miden entre 1.2 y 1.6 metros de longitud y pesan entre 40 y 60 kilogramos. Las hembras suelen ser ligeramente más grandes que los machos. Sus cuerpos presentan una llamativa combinación de marcas grises claras, negras y blancas, y exhiben una aleta dorsal redondeada que contribuye a su apariencia elegante y aerodinámica.
Estos delfines tienen una tasa de reproducción lenta. Las hembras dan a luz cada 2 a 3 años y, a lo largo de su vida, normalmente tienen entre 4 y 7 crías. Esta baja tasa de reproducción dificulta la recuperación de sus poblaciones después de disminuciones.
Los delfines de Héctor prefieren aguas costeras turbias de hasta 100 metros de profundidad. Se desplazan entre áreas costeras poco profundas y aguas más profundas en alta mar, dependiendo de la temporada. No son comedores selectivos y se alimentan de una variedad de peces y calamares.
Desafortunadamente, estos delfines enfrentan varias amenazas, siendo las actividades pesqueras una de las principales. A menudo quedan atrapados en redes de enmalle, lo cual ha causado una disminución significativa en sus números. Se están implementando esfuerzos de conservación, que incluyen la creación de áreas marinas protegidas y la imposición de restricciones pesqueras para ayudar a protegerlos. Enfermedades como la toxoplasmosis y la brucelosis también representan serios riesgos para su salud.
La pérdida de diversidad genética y la disminución de las poblaciones son preocupaciones adicionales. Para asegurar su supervivencia, son esenciales estrategias de conservación integrales. También existe la posibilidad de cruzamiento entre los delfines de Héctor y los delfines de Māui, lo cual podría aumentar la diversidad genética y el tamaño de la población. Sin embargo, esto conlleva riesgos de hibridación y posibles problemas genéticos.