Hechos sobre: New Zealand longfin eel
La anguila de aleta larga de Nueva Zelanda es una especie exclusiva de este país, reconocida por ser la anguila de agua dulce más grande de la región. En comparación con otras especies relacionadas, como la anguila de aleta corta y la anguila de aleta larga australiana, la de aleta larga de Nueva Zelanda presenta características y comportamientos distintivos.
Uno de los aspectos más fascinantes de estas anguilas es su ciclo de vida. Viven muchos años en arroyos y lagos de agua dulce, frecuentemente distantes de la costa, antes de emprender una asombrosa migración al Océano Pacífico, cerca de Tonga, para reproducirse. Durante su etapa juvenil, son expertas trepadoras, lo que les permite desplazarse a través de diferentes terrenos.
La anguila de aleta larga ha sido fundamental en la cultura y gastronomía Māori durante generaciones. Sin embargo, a pesar de su importancia cultural y de su estatus como especie amenazada, las anguilas de aleta larga todavía se pescan comercialmente en la actualidad.
Pueden ser identificadas por la longitud de sus aletas y otras características físicas. Curiosamente, las hembras suelen ser más grandes y longevas que los machos, ¡algunas alcanzando hasta 106 años! Crecen lentamente y tienen una dieta omnívora, consumiendo desde larvas de insectos hasta peces y aves acuáticas.
Estas anguilas están ampliamente distribuidas en los lagos y ríos de Nueva Zelanda, frecuentemente alejadas de la costa. Su presencia está profundamente arraigada en las tradiciones Māori, especialmente en lo referente a su patrón migratorio.
La pesca comercial de la anguila de aleta larga ha experimentado fluctuaciones a lo largo de los años. Se han implementado cuotas para ayudar a gestionar sus poblaciones, pero su lento crecimiento y bajas tasas de reproducción hacen que la conservación sea un desafío. Los esfuerzos en acuicultura han enfrentado dificultades, aunque el interés en encontrar soluciones sostenibles sigue siendo alto.
Actualmente, la anguila de aleta larga está clasificada como "En Riesgo: Descenso", lo que ha motivado diversos esfuerzos de conservación. Existen crecientes preocupaciones sobre su supervivencia debido a su lenta reproducción y la pesca legal continua. Recientemente, se han reportado casos de anguilas de aleta larga utilizadas en comida para mascotas, lo que ha indignado a los conservacionistas y subrayado la necesidad urgente de medidas de protección más rigurosas.