Hechos sobre: Antilope cervicapra
El antílope cervicapra, también conocido como antílope indio, es una especie llamativa de antílope nativa de India, Nepal y Pakistán. Es el único miembro sobreviviente del género Antilope y fue descrito por primera vez por Carl Linnaeus en 1758. Se reconocen dos subespecies de antílope cervicapra. Los machos suelen pesar entre 20 y 57 kg, mientras que las hembras son más ligeras, con un peso de 20 a 33 kg. Su altura en el hombro varía de 74 a 84 cm. Una de sus características más distintivas son sus largos cuernos anillados y su coloración llamativa: los machos presentan partes superiores de color marrón oscuro a negro, contrastadas con partes inferiores blancas.
Los antílopes cervicapra son diurnos y viven en manadas separadas por género: hembras, machos o juveniles. Durante la temporada de apareamiento, los machos llevan a cabo un comportamiento conocido como lekking para atraer a las hembras. Estos antílopes son herbívoros y se alimentan principalmente de pastos bajos, aunque ocasionalmente ramonean. Las hembras alcanzan la madurez sexual alrededor de los 8 meses, mientras que los machos maduran un poco más tarde, a los 1.5 años. El apareamiento puede ocurrir durante todo el año, con un período de gestación de 6 meses, que generalmente resulta en el nacimiento de una cría. Prosperan en llanuras herbosas con fácil acceso al agua.
Curiosamente, el número de cromosomas diploides de los antílopes cervicapra varía entre machos y hembras. Desafortunadamente, su población disminuyó durante el siglo XX debido a la caza, la deforestación y la pérdida de hábitat. Para contrarrestar esta tendencia, se han implementado varios esfuerzos de conservación. Cazar antílopes cervicapra es ahora ilegal en India bajo la Ley de Protección de la Vida Silvestre de 1972. Estos antílopes ocupan un lugar especial en la cultura hindú y son venerados en muchas aldeas de India y Nepal.
La investigación ha explorado diversos aspectos de los antílopes cervicapra, incluyendo su taxonomía, genética, características, distribución, hábitat, dieta, reproducción, amenazas y esfuerzos de conservación. Incluso han sido introducidos en países como Estados Unidos y Argentina. La interacción entre los antílopes cervicapra y los humanos está bien documentada, abarcando referencias históricas, significancia cultural y conflictos. El antílope cervicapra sigue siendo una especie única e importante, continuamente estudiada y protegida para asegurar su supervivencia.