Hechos sobre: Panthera pardus fusca
El leopardo indio, una subespecie del leopardo conocida científicamente como Panthera pardus, habita en el subcontinente indio. Desafortunadamente, está catalogado como Vulnerable en la Lista Roja de la UICN debido a la disminución de su población, principalmente por la pérdida de hábitat, la caza furtiva y los conflictos con los humanos. Este majestuoso felino comparte su entorno con otros felinos icónicos de la India, como el león asiático, el tigre de Bengala, el leopardo de las nieves y el leopardo nublado.
A lo largo de los años, los científicos han sugerido varios nombres para las diferentes poblaciones de leopardos en regiones como Bengala, Nepal y Cachemira. Sin embargo, en 1996, estas poblaciones se agruparon bajo la denominación única de Panthera pardus fusca, ya que no estaban geográficamente aisladas de otros leopardos indios.
Reconocible por su hermoso pelaje manchado, sus fuertes patas y su larga cola, el leopardo indio exhibe dimorfismo sexual, lo que significa que los machos son generalmente más grandes y pesados que las hembras. Estos leopardos se encuentran en India, Nepal, Bután y partes de Pakistán, habitando diversos tipos de bosques, aunque notablemente ausentes de los manglares como los Sundarbans.
Los leopardos son esquivos, solitarios y principalmente nocturnos. Son excelentes trepadores e increíblemente ágiles, con una dieta que incluye una amplia gama de presas. Son cazadores poderosos, capaces de derribar animales grandes. Las hembras pueden dar a luz de 2 a 4 cachorros en cualquier época del año, y estos grandes felinos generalmente tienen una esperanza de vida de entre 12 y 17 años.
Los leopardos indios enfrentan varias amenazas, incluyendo la caza furtiva para el comercio ilegal de vida silvestre, la pérdida de hábitat y los conflictos con los humanos. Los cazadores furtivos los atacan por sus pieles y partes del cuerpo, con redes organizadas que operan entre India, Nepal y China. Los conflictos entre humanos y leopardos a menudo ocurren cuando los leopardos se aventuran en asentamientos humanos en busca de alimento, lo que lleva a matanzas en represalia.
Los esfuerzos para conservar a los leopardos indios incluyen su inclusión en el Apéndice I de la CITES y el establecimiento de centros de rescate. Sin embargo, estos esfuerzos enfrentan desafíos como la aplicación inadecuada de las leyes, la falta de recursos y los conflictos continuos entre humanos y leopardos. Los conservacionistas enfatizan la necesidad de abordar las causas fundamentales de estos conflictos mediante un cambio en el comportamiento humano, la mejora de las prácticas de uso de la tierra y la gestión responsable de los bosques para asegurar la supervivencia a largo plazo del leopardo indio.