Basílica de San Jorge de Praga, Praga

La Basílica de San Jorge, situada en el corazón del Castillo de Praga en la República Checa, es un testimonio emblemático del patrimonio religioso y arquitectónico checo. Esta iglesia, con una historia que se remonta al siglo X, es la segunda más antigua de Praga y destaca por su impresionante fachada en tonos de blanco y rojo, y sus dos distintivas torres que se elevan hacia el cielo praguense.

Fundada en 920 por el príncipe Vratislav I de Bohemia, la basílica ha sido testigo de numerosas reconstrucciones y restauraciones a lo largo de los siglos, especialmente tras un incendio en 1142 que la dejó gravemente dañada. A pesar de las modificaciones, la Basílica de San Jorge ha conservado su esencia románica, aunque también incorpora elementos del estilo barroco, resultado de las intervenciones en el siglo XVII.

Al adentrarse en su interior, los visitantes se encuentran con un espacio que exhala historia y espiritualidad. Los frescos que adornan las paredes y la atmósfera tranquila y reverente invitan a la reflexión. La basílica también alberga la tumba de la santa mártir Ludmila de Bohemia, lo que la convierte en un lugar de peregrinación para los fieles.

La Basílica de San Jorge no solo es un lugar de culto, sino también un sitio de gran interés cultural. Forma parte del complejo del Castillo de Praga, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y es una parada obligatoria para aquellos interesados en la historia y el arte checos.