Hechos sobre: Mandrillus sphinx
El mandril es un primate fascinante de la familia de los cercopitécidos del Viejo Mundo, específicamente del género *Mandrillus*, junto con el drill. Aunque en un tiempo se les agrupó con los babuinos en el género *Papio*, los mandriles ahora tienen su propia clasificación distintiva. Comparten una relación cercana con los mangabeyes del género *Cercocebus*.
Puedes encontrar mandriles en países como Camerún, Gabón, Guinea Ecuatorial y Congo, donde principalmente habitan en selvas tropicales. Estos animales sociales prosperan en grandes grupos y tienen una dieta omnívora, compuesta por una mezcla de frutas e insectos. Su temporada de apareamiento alcanza su punto máximo de julio a septiembre.
Los mandriles ostentan el título de los monos más grandes del mundo y están actualmente catalogados como vulnerables por la UICN. Son fácilmente reconocibles gracias a su pelaje colorido y características faciales únicas. Hay una diferencia notable entre machos y hembras, siendo los machos mucho más grandes y mostrando colores más vibrantes. Esta brillante coloración proviene de la difracción de la luz en las fibras de colágeno de su rostro.
En su hábitat natural, los mandriles forman grandes grupos llamados "hordas" y dividen su tiempo entre el suelo y los árboles. Son criaturas diurnas, activas durante el día, e incluso se sabe que utilizan herramientas. Su dieta es diversa, incluyendo tanto materia vegetal como animal. Sin embargo, enfrentan depredadores naturales como leopardos, águilas coronadas y pitones de roca africanas.
Socialmente, los mandriles son complejos. Durante la temporada de apareamiento, los machos dominantes lideran los grupos. Las hembras generalmente permanecen dentro de sus grupos de nacimiento, mientras que los machos tienden a dispersarse. La temporada de apareamiento va de junio a octubre, y las hembras exhiben hinchazones sexuales para señalar su disposición a reproducirse. La mayoría de los nacimientos ocurren entre enero y mayo, con las hembras asumiendo la responsabilidad principal de cuidar a las crías. Los mandriles se comunican con una variedad de vocalizaciones y comportamientos.
Desafortunadamente, los mandriles están amenazados por la deforestación y la caza para el consumo de su carne, lo que ha llevado a su estado de vulnerabilidad. Se están llevando a cabo esfuerzos de conservación, incluyendo programas de cría en cautiverio e iniciativas exitosas de reintroducción, para ayudar a proteger y preservar a estos notables primates.