Hechos sobre: Teh halia
El té de jengibre, una deliciosa infusión herbal preparada con raíz de jengibre, posee una rica historia como remedio tradicional en el este, sur y sureste de Asia, así como en el oeste asiático. Este versátil té puede disfrutarse solo o con añadidos como leche, rodajas de naranja o limón.
En el este de Asia, cada país tiene su propia versión del té de jengibre. En China, durante la dinastía Tang, el jengibre era un sabor popular en el té, junto con ingredientes como cebolla, cáscara de naranja, clavos y menta. En Japón, se conoce como "shōgayu", y en Corea, se llama "saenggang-cha", y se elabora hirviendo rodajas de jengibre fresco en agua o mezclando jugo de jengibre con agua caliente.
El sudeste asiático también ofrece sus propias variantes. En Brunei, Malasia y Singapur, encontrarás "teh halia", un té negro endulzado con leche o leche condensada. En Indonesia, existe "teh jahe", con una variante local popular llamada "wedang jahe", que incluye azúcar de palma y especias.
En el sur de Asia, particularmente en India, el té de jengibre es conocido como "Adrak ki chai" y es una bebida fundamental. En Filipinas, se llama "salabat" y es especialmente disfrutado durante el frío mes de diciembre.
Cada región añade su propio toque al té de jengibre, incorporando ingredientes como miel, azúcar, jujubes, piñones y especias como hierba de limón, clavos y ramas de canela. Algunos incluso añaden leche, fresca o condensada, para un sabor más rico. El té de jengibre no es solo una bebida; es un tesoro cultural valorado por sus cualidades vigorizantes y reconfortantes.