Hechos sobre: Clavos de fundación hurritas
Los Leones de Urkish: Guardianes Antiguos de Siria
Las estacas de fundación hurritas, también conocidas como los leones de Urkish, son un par de fascinantes artefactos de cobre con forma de leones. Se cree que estos antiguos tesoros se originaron en la ciudad de Urkesh en Siria. Fueron colocados en los cimientos del templo de Nergal en Urkesh, según lo indican las inscripciones cuneiformes en ellos. Datados del período acadio, alrededor de 2300 – 2159 a.C., son los textos más antiguos conocidos en la lengua hurrita.
Dónde Encontrarlos
Uno de estos leones, junto con su tableta de piedra caliza, puede admirarse en el Musée du Louvre en París. El otro león se encuentra en el Museo Metropolitano de Arte en la ciudad de Nueva York. Estos leones fueron instalados en el templo de Nergal durante su construcción para proteger y preservar tanto el templo como al príncipe hurrita de Urkesh, Tish-Atal, quien lo dedicó.
Diseño Intricado
La parte superior de estas figuras muestra un león gruñendo con las patas delanteras extendidas, mientras que la parte inferior se estrecha en una estaca gruesa. Los leones apoyan sus patas en placas de cobre adornadas con inscripciones cuneiformes. Aunque era común en la antigua Mesopotamia usar figuras protectoras, los leones de Urkish se destacan por su función única como estacas de fundación.
Dimensiones y Detalles
El león en el Louvre mide 12.2 por 8.5 centímetros, con una placa adjunta que mide 8.5 centímetros de ancho. Aunque la inscripción en la placa de cobre está mayormente borrada, confirma que es una copia del texto cuneiforme en la tableta de piedra. Esta tableta lleva una inscripción de Tishatal, rey de Urkesh, dedicando el templo a Nergal. El león en el Museo Metropolitano es ligeramente más pequeño pero también presenta inscripciones cuneiformes, confirmando su similitud con el león del Louvre.
Historia de Adquisición
Ambos artefactos fueron adquiridos en 1948. El león y la tableta del Louvre se obtuvieron de un comerciante de antigüedades parisino, mientras que el león del Met fue comprado a un comerciante de antigüedades de Nueva York utilizando fondos del legado de Joseph Pulitzer. Desafortunadamente, debido a la falta de registros arqueológicos, el contexto original exacto de estos artefactos sigue siendo desconocido.
Estos antiguos leones no solo proporcionan una visión de la rica historia de Urkesh, sino que también son un testimonio de la artesanía y las prácticas culturales de la época.