Hechos sobre: Chlorocebus pygerythrus
El mono verde, un miembro fascinante de la familia Cercopithecidae de África, es bien conocido por sus diversas subespecies, que se encuentran principalmente en el sur y algunas partes del este de África. Estos monos son fácilmente identificables por sus rostros negros y su pelaje gris, con los machos siendo típicamente más grandes que las hembras. Los monos verdes se utilizan frecuentemente en investigaciones para estudiar comportamientos genéticos y sociales, ya que presentan rasgos similares a los humanos, como la hipertensión y el consumo de alcohol.
Anteriormente, los monos verdes se clasificaban bajo el nombre de *Cercopithecus aethiops*. Sin embargo, actualmente se reconocen bajo el género *Chlorocebus*, con cinco subespecies identificadas. Investigadores han estudiado extensamente su comunicación, llamadas de alarma y estructuras sociales. Los monos verdes viven en grupos sociales, y los machos generalmente abandonan su grupo natal cuando alcanzan la madurez sexual.
Estos monos muestran comportamientos sociales complejos y tienen jerarquías de dominancia claras tanto para machos como para hembras. A menudo muestran agresión hacia los miembros del grupo de menor rango. Su comunicación es particularmente sofisticada; utilizan llamadas de alarma específicas para señalar diferentes depredadores. Las madres de monos verdes pueden reconocer a sus crías por sus llantos, y los lazos familiares juegan un papel significativo en sus interacciones.
Los monos verdes se alimentan principalmente de plantas, pero no dudan en saquear cultivos, lo que a veces conduce a conflictos con los humanos. Son altamente adaptables y pueden prosperar en varios hábitats del sur y este de África. A pesar de enfrentar amenazas derivadas de actividades humanas que han ocasionado disminuciones de población en algunas regiones, el mono verde está actualmente catalogado como de "preocupación menor" por la UICN.
Estos monos tienen una larga historia de interacción con los humanos. Aparecen en el arte del antiguo Egipto y eran conocidos por la gente de Akrotiri alrededor del año 2000 a.C. Hallazgos arqueológicos en Berenike, datados del siglo I d.C., sugieren que incluso se mantenían monos verdes como mascotas durante ese tiempo.