Hechos sobre: Marmota marmota
La marmota alpina es una ardilla terrestre robusta que habita en las regiones montañosas de Europa central y meridional. Se puede encontrar en lugares como los Alpes, los Cárpatos, los Tatras y los Apeninos del norte. Estos animales están bien adaptados a las frías estepas de la era del Pleistoceno, gracias a sus notables habilidades para cavar y su capacidad para hibernar hasta nueve meses al año. Desafortunadamente, los cambios en su hábitat han llevado a una disminución de la diversidad genética, convirtiéndolos en uno de los animales menos diversos genéticamente en la naturaleza.
Las marmotas alpinas adultas miden entre 43 y 73 cm de largo y pesan entre 1,9 y 8 kg. Su pelaje es una mezcla de tonos rubios, rojizos y grises oscuros. Prefieren praderas alpinas y pastizales de gran altitud, donde viven en complejos sistemas de madrigueras excavadas en suelos aluviales o terrenos rocosos. Estos herbívoros se alimentan de plantas, insectos y lombrices, y a menudo se les ve tomando el sol para regular su temperatura corporal y mantener a raya a los parásitos.
Las marmotas alpinas son animales sociales que viven en grupos familiares dentro de sus elaboradas madrigueras. Son bastante protectoras de su territorio, utilizando llamadas de advertencia para alertar sobre la presencia de intrusos y permaneciendo en alta alerta ante depredadores. Su temporada de apareamiento comienza en primavera, y las hembras dan a luz camadas de entre una y siete crías. Los recién nacidos son ciegos al nacer, se destetan después de 40 días y están listos para valerse por sí mismos al final del verano.
En octubre, estas marmotas inician su hibernación, reduciendo drásticamente su ritmo cardíaco y respiración para conservar energía. Sin embargo, si sus reservas de grasa se agotan antes de que termine la hibernación, algunas pueden no sobrevivir. En el pasado, las marmotas alpinas fueron cazadas por su carne y por sus supuestas propiedades medicinales. Hoy en día, aún enfrentan amenazas por la caza y la pérdida de hábitat en algunas áreas.
Curiosamente, las marmotas alpinas tienen una historia de interacción con los humanos, a veces incluso siendo utilizadas para entretenimiento por artistas itinerantes. Aunque actualmente no están en peligro de extinción, ciertas poblaciones son vulnerables, lo que subraya la importancia de los esfuerzos de conservación específicos.