Hechos sobre: Bactrian deer
El ciervo de Bactriana, también conocido como ciervo de Bujara, ciervo de Bokhara o wapití de Bactriana, es una subespecie singular del ciervo rojo que habita en Asia Central. Este ciervo se encuentra con frecuencia en corredores ribereños rodeados de desiertos, similar al ciervo de Yarkand. Lo que distingue al ciervo de Bactriana es su pelaje gris ceniza con un brillo amarillento, una distintiva mancha blanca en la grupa y astas de color claro que generalmente tienen cuatro puntas. Los machos presentan un pelaje marrón grisáceo, con patas, cabeza y cuello más oscuros, asemejándose al alce americano o wapití. Las hembras son ligeramente más pequeñas y carecen de la diferencia de tamaño pronunciada vista en algunas otras especies de ciervos. Tienen colas cortas, y los individuos jóvenes pueden tener manchas que se desvanecen a medida que crecen.
Estos ciervos se pueden encontrar en el centro de Jorasán, el Turkestán ruso y áreas circundantes en el norte de Afganistán, al oeste de las montañas Tian Shan. Prefieren corredores ribereños de tierras bajas con vegetación mixta de hoja caduca y no migran, aunque pueden aventurarse en áreas desérticas adyacentes cuando las temperaturas bajan. Para 1999, la población de ciervos de Bactriana había disminuido a menos de 400 individuos, con descensos significativos en Tayikistán debido a conflictos militares. No obstante, los esfuerzos de conservación, especialmente por parte del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), han sido exitosos. Los programas de reintroducción, como el de la reserva de Zarafshan en Uzbekistán, han contribuido a que la población se recupere a alrededor de 1,000 ciervos en Asia Central para 2006.
Las iniciativas de conservación para el ciervo de Bactriana están respaldadas por la Convención sobre las Especies Migratorias de Animales Silvestres. Desde 2002, se ha establecido un Memorando de Entendimiento para coordinar esfuerzos de conservación y restauración. El ciervo de Bactriana enfrenta depredadores como lobos, osos pardos, dholes, leopardos de las nieves, linces euroasiáticos y jabalíes, y históricamente por el ahora extinto tigre del Caspio. A pesar de estos desafíos, la población de ciervos de Bactriana muestra signos de recuperación. Las poblaciones salvajes más grandes se encuentran ahora en reservas naturales en Kazajistán, Uzbekistán y Tayikistán, con números creciendo a aproximadamente 1,430 individuos y en aumento.