Hechos sobre: Canis lupaster
El lobo dorado africano (Canis anthus) es una especie de cánido fascinante, nativa del norte de África y del Cuerno de África. Posee una ascendencia única que incluye genes tanto del lobo gris (Canis lupus) como del lobo etíope (Canis simensis), y ha encontrado su nicho en países como Senegal, Nigeria, Chad, Marruecos, Argelia, Túnez, Libia, Kenia, Egipto y Tanzania. Está catalogado como de Preocupación Menor en la Lista Roja de la UICN, lo que indica que actualmente no está en riesgo de extinción.
Estos lobos tienen una dieta variada, alimentándose de invertebrados, pequeños mamíferos, carroña, desechos humanos e incluso frutas. Llevan un estilo de vida monógamo y son altamente territoriales. Curiosamente, sus crías a menudo permanecen cerca para ayudar a criar la siguiente camada de cachorros.
Durante mucho tiempo, se pensó que el lobo dorado africano era simplemente una versión africana del chacal dorado (Canis aureus). Sin embargo, estudios genéticos en 2015 revelaron que en realidad es una especie distinta, más estrechamente relacionada con el lobo gris y el coyote (Canis latrans) que con el chacal dorado. Este descubrimiento ha cambiado significativamente nuestra comprensión del lugar de este animal en el árbol genealógico de los cánidos.
El lobo dorado africano tiene diversas significaciones culturales en toda África. Físicamente, se sitúa en algún lugar entre el tamaño de los chacales africanos y las subespecies más pequeñas del lobo gris. Posee un hocico largo, orejas grandes y su coloración de pelaje puede variar considerablemente.
Taxonómicamente, ha habido mucho debate a lo largo de los años sobre cómo clasificar esta especie. Escritos tempranos propusieron diferentes nombres y clasificaciones, pero estudios genéticos recientes han aclarado su historia evolutiva y sus relaciones con otros cánidos, incluyendo mestizaje genético con lobos grises y lobos etíopes.
Conductualmente, el lobo dorado africano es bastante diverso. Posee estructuras sociales complejas, varias formas de comunicación, rituales de cortejo únicos y técnicas de caza específicas. También son conocidos por su fuerte defensa territorial.
Ecológicamente, estos lobos pueden prosperar en una variedad de hábitats dentro de su rango. Su dieta flexible les permite cazar presas pequeñas, carroñear y buscar insectos. También interactúan con otros depredadores y competidores como los chacales de lomo negro (Canis mesomelas), las hienas y los lobos etíopes.
Culturalmente, el lobo dorado africano es significativo en la literatura, el arte y el folclore. Ha sido representado en deidades del antiguo Egipto, la medicina popular marroquí e incluso en los mitos de creación de la religión Serer.