Hechos sobre: Aquila rapax
El águila parda es un fascinante ave de presa conocida por su impresionante tamaño y longevidad. Perteneciente a la familia Accipitridae y a la subfamilia Aquilinae (a menudo denominadas "águilas calzadas" debido a sus patas cubiertas de plumas), esta majestuosa ave tiene un rango de reproducción amplio pero disperso. Se pueden encontrar águilas pardas en gran parte de África, el subcontinente indio y, en ocasiones, en el Medio Oriente. Prosperan en áreas abiertas y secas como semidesiertos y sabanas, pero necesitan algunos árboles alrededor para anidar.
Estas águilas son reproductoras residentes, lo que significa que permanecen en sus áreas de reproducción durante todo el año. Típicamente ponen de uno a tres huevos en grandes nidos de palos construidos en las copas de los árboles.
El águila parda fue descrita por primera vez en 1828 por Coenraad Jacob Temminck. Es parte del género Aquila, conocido por águilas grandes y de color oscuro con alas largas adaptadas a paisajes abiertos. Aunque una vez se consideraron la misma especie que el águila esteparia (Aquila nipalensis), diferencias en su apariencia, anatomía y hábitos llevaron a clasificarlas por separado.
Hay tres subespecies reconocidas de águilas pardas:
- A. r. rapax (encontrada en el sur y este de África)
- A. r. belisarius (encontrada en el oeste de África y el suroeste de Arabia)
- A. r. vindhiana (encontrada en Asia)
Las águilas pardas tienen una silueta distintiva con un cuello largo, un pico robusto, alas anchas y una cola ligeramente redondeada. Su plumaje varía significativamente; los adultos pueden ser gris-marrón, pardo-rojizo o amarillo-buff, mientras que los juveniles suelen ser más claros. Miden aproximadamente entre 58 y 75 cm de longitud, tienen envergaduras de 157 a 190 cm y pesan entre 1.5 y 3.1 kg. Las hembras son generalmente un poco más grandes que los machos.
Su llamada es un ladrido áspero y hueco, pero son mayormente silenciosas cuando no están reproduciéndose.
Geográficamente, las águilas pardas se distribuyen por diversas partes de África y Asia. Prefieren hábitats abiertos y secos y evitan desiertos extremos y selvas densas. Normalmente se mantienen en una área, pero pueden moverse estacionalmente, especialmente en África.
En cuanto a la alimentación, las águilas pardas son altamente oportunistas. Se alimentan de carroña, roban comida a otros animales y cazan una amplia variedad de presas vivas, incluyendo mamíferos, aves y reptiles. Se sabe que cazan en grupos y a menudo siguen incendios de pastizales para atrapar presas que intentan escapar de las llamas.
La reproducción implica construir grandes nidos de palos en las copas de los árboles. Ponen de uno a tres huevos, que son incubados durante 40-44 días. Ambos padres cuidan a las crías, que empluman alrededor de las 10-12 semanas de edad.
Desafortunadamente, las águilas pardas enfrentan muchas amenazas, como la pérdida de hábitat, el cambio climático, el envenenamiento, la electrocución y las colisiones con estructuras hechas por el hombre. Los esfuerzos de conservación son cruciales para abordar estos problemas y proteger sus hábitats. Debido a estas amenazas, sus poblaciones están disminuyendo y actualmente están clasificadas como Vulnerables por la UICN.