Hechos sobre: Edible dormouse
El lirón careto, también conocido como lirón graso, es la única especie viva del género Glis y es nativo de gran parte de Europa occidental. Históricamente, los romanos consideraban a estos lirones como un manjar, motivo por el cual se les llama "lirones comestibles". Estos roedores son los lirones más grandes, midiendo alrededor de 14 a 19 cm de longitud corporal, con una cola peluda. Tienen un cuerpo similar al de las ardillas, con un pelaje grisáceo y partes inferiores blancas distintivas.
Principalmente, los lirones caretos habitan en bosques caducifolios con robles y hayas, pero también pueden establecerse en cuevas, huertos e incluso en áreas urbanas. Son herbívoros, alimentándose de bayas, nueces y, ocasionalmente, insectos. Estas criaturas son nocturnas y prefieren pasar su tiempo en los árboles, evitando los espacios abiertos.
Las densidades de población de los lirones caretos varían de dos a 22 individuos por hectárea. Tienen un método ingenioso para escapar de los depredadores: pueden desprenderse de la piel de su cola. Estos lirones hibernan desde octubre hasta mayo, dependiendo de sus reservas de grasa para sobrevivir al invierno. Sus principales depredadores incluyen búhos, zorros, martas y gatos monteses.
La temporada de reproducción va desde finales de junio hasta mediados de agosto, con las hembras dando a luz hasta 11 crías. Los jóvenes lirones alcanzan la madurez sexual después de su segunda hibernación. Los lirones caretos tienden a vivir más tiempo que otros mamíferos de tamaño similar, con algunos alcanzando hasta 12 años en la naturaleza.
Los lirones caretos tienen una relación ambigua con los humanos. Pueden considerarse plagas cuando invaden hogares, presentando riesgos de incendio y causando daños. Los romanos históricamente los criaban y comían, y hoy en día, personas en países como Eslovenia y Croacia todavía los cazan y consumen, siguiendo diversos métodos tradicionales y prácticas culinarias.