Minarete de Kalyan, Bujará

El Minarete Kalyan, también conocido como la Torre de la Muerte, es uno de los emblemas más destacados de la histórica ciudad de Bukhara, en Uzbekistán. Esta torre, que se alza con majestuosidad en el complejo arquitectónico de Po-i-Kalyan, es un testimonio impresionante de la arquitectura medieval islámica y un hito cultural de gran importancia para la región.

Construido en 1127 por el gobernante Karakhanid Arslan Khan, el minarete mide aproximadamente 47 metros de altura y es notable por su forma cilíndrica y su diseño robusto, características que le han permitido resistir el paso del tiempo y los desafíos estructurales, incluyendo varios terremotos a lo largo de los siglos.

El Minarete Kalyan fue diseñado originalmente para cumplir múltiples funciones; no solo servía como un faro para los viajeros y caravanas, sino que también funcionaba como un punto de observación desde donde se llamaba a los fieles a la oración. Además, su nombre alternativo, "Torre de la Muerte", proviene de su uso histórico como torre de ejecución, donde los criminales eran lanzados desde su cima.

La torre es famosa por su ladrillo cocido y su decoración geométrica, que exhibe patrones entrelazados y caligrafía árabe. La base del minarete está reforzada por una serie de soportes en forma de cono que contribuyen a su estabilidad y estética. La parte superior del minarete cuenta con una cornisa de ladrillo saliente que sostiene un tejado con forma de cono, añadiendo un toque distintivo a su perfil.

El Minarete Kalyan es accesible para los visitantes y ofrece una vista panorámica de la ciudad de Bukhara desde su plataforma de observación. La ascensión a la cima se realiza a través de una estrecha escalera en espiral, que conduce a los visitantes a través del corazón de la estructura.

Este monumento no solo es un punto de interés turístico, sino que también sigue siendo un símbolo de la fe islámica en la región. Es parte del centro histórico de Bukhara, que ha sido designado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, destacando su importancia como una de las ciudades históricas mejor conservadas de la Ruta de la Seda.