Hechos sobre: Common tsessebe
El tsessebe común, también conocido como sassaby, es un antílope africano perteneciente al género Damaliscus. Está estrechamente relacionado con otros antílopes como el topi, korrigum, topi costero, tiang, tsessebe de Bangweulu y bontebok. Se puede encontrar a estas notables criaturas en países como Angola, Zambia, Namibia, Botsuana, Zimbabue, Esuatini y Sudáfrica. A menudo se les reconoce por su extraordinaria velocidad, siendo el antílope más veloz de África, alcanzando velocidades superiores a los 90 km/h.
Los tsessebe adultos son de considerable tamaño, con los machos pesando alrededor de 137 kg y las hembras alrededor de 120 kg. La longitud de su cuerpo varía entre 150 y 230 cm. Su apariencia distintiva incluye cuerpos de color marrón castaño, caras negras, mechones en la cola y extremidades delanteras negras, junto con varias tonalidades en sus extremidades y vientres. En la naturaleza, los tsessebe pueden vivir hasta 15 años; sin embargo, la caza excesiva y la destrucción del hábitat han acortado su esperanza de vida en algunas áreas.
Los tsessebe son animales sociables. Las hembras forman manadas con sus crías, mientras que los machos jóvenes se integran a manadas de solteros después de cumplir un año. Los machos adultos también forman manadas, especialmente durante la formación de grupos conocidos como leks. Muestran varios comportamientos territoriales como caminar con pasos altos, defecar, frotar el suelo con los cuernos, compactar barro y frotar los hombros. Como herbívoros pastadores, los tsessebe prosperan en pastizales, llanuras abiertas y sabanas. Pueden viajar hasta 5 km para encontrar agua, a menudo evitando a depredadores como leones y leopardos.
En cuanto a la reproducción, los tsessebe tienen una cría por pareja cada año. Las crías alcanzan la madurez sexual entre los dos y los tres años y medio. El proceso de reproducción implica la formación de leks, donde congregaciones de machos atraen a las hembras para el apareamiento. Los machos más fuertes dominan el centro del lek, ofreciendo protección, recursos y una mayor selección de parejas para las hembras. No obstante, mantener este territorio central puede ser riesgoso y resultar en lesiones para los machos.
En 1998, los tsessebe se consideraban de bajo riesgo de extinción. Sin embargo, debido a la destrucción del hábitat, su población ha estado disminuyendo, generando preocupaciones sobre su futuro. La Comisión de Supervivencia de Especies de la UICN advierte que si esta disminución continúa, las poblaciones de tsessebe podrían volverse vulnerables a la extinción para el año 2025.