Hechos sobre: Aotus
Los monos nocturnos, también conocidos como monos búho o douroucoulis, son criaturas fascinantes nativas de Panamá y de las regiones tropicales de Sudamérica. Pertenecen al género Aotus y se destacan por ser los únicos primates de hábitos nocturnos. Curiosamente, estos monos desempeñan un papel significativo en la investigación de la malaria debido a su susceptibilidad al Plasmodium falciparum, el parásito responsable de una forma grave de malaria en los seres humanos.
En 1983, los científicos reclasificaron el género Aotus en grupos norteños y sureños basándose en diferencias en sus rasgos físicos y su composición genética. Son fácilmente reconocibles por sus grandes ojos marrones, adaptados perfectamente para la visión nocturna. A diferencia de muchos otros animales nocturnos, no poseen una capa reflectante detrás de sus retinas (tapetum lucidum) que potencie la visión en la oscuridad. Su dieta es variada, compuesta principalmente de frutas, aunque también incluye hojas e insectos.
Los monos nocturnos habitan en diversos entornos a lo largo de Sudamérica. Dependiendo de la altitud, su pelaje puede variar en grosor para adaptarse mejor a su entorno. Prefieren los bosques primarios no perturbados o áreas que están recuperándose paulatinamente del impacto humano. Estos primates son bastante territoriales y se comunican con una amplia gama de vocalizaciones. También se sabe que defienden agresivamente su territorio contra otras especies.
Socialmente, los monos nocturnos son monógamos y forman fuertes lazos de pareja. Su estilo de vida nocturno les ayuda a evitar depredadores y la competencia, además de beneficiarse de temperaturas más frescas durante la noche, lo que facilita la búsqueda de alimentos y reduce el gasto energético. Tienen una amplia gama de sonidos vocales y perciben el mundo en tonos de gris debido a su visión monocromática.
La conservación de los monos nocturnos es crucial, ya que sus hábitats están cada vez más amenazados por la actividad humana. Algunas especies están catalogadas como vulnerables, mientras que otras son de menor preocupación según la UICN. Lamentablemente, los monos nocturnos también son objetivos del comercio de carne de animales silvestres, se mantienen como mascotas y se utilizan en investigación biomédica. Para proteger a estos singulares primates, es esencial incrementar los esfuerzos de investigación y sensibilización sobre su situación, allanando el camino para estrategias de conservación efectivas.