Hechos sobre: Tríptico de Dresde
El Tríptico de Dresde es un retablo hinged impresionante creado por el primitivo pintor flamenco Jan van Eyck en 1437. Esta obra maestra consta de cinco paneles pintados y está firmada y fechada por el artista. En el corazón del tríptico, el panel central muestra a María sosteniendo al Niño Jesús, acompañado por el Arcángel Miguel y Santa Catalina de Alejandría. Las alas exteriores, pintadas en un estilo monocromático conocido como grisalla, representan la escena de la Anunciación. Actualmente, esta notable obra se encuentra en la Gemäldegalerie Alte Meister en Dresde.
El tríptico es un hito en la carrera de van Eyck, demostrando su pericia en el manejo del espacio y la iconografía. También sentó las bases para la iconografía mariana que prevalecería en la segunda mitad del siglo XV.
La historia del tríptico es fascinante. Originalmente perteneció a la familia Giustiniani en el siglo XV antes de ser adquirido por Carlos I de Inglaterra. Durante una restauración en el siglo XX, se descubrieron la firma y el lema de van Eyck. Los marcos elaborados del tríptico están adornados con inscripciones en latín, lo que sugiere que el donante era una persona culta, posiblemente de la familia Giustiniani de Génova. Las pinturas son una hermosa mezcla de simbolismo religioso y elementos cotidianos, con el panel central ilustrando una escena de conversación sagrada.
La arquitectura representada en el tríptico es una mezcla de estilos románico y gótico, lo que demuestra la meticulosa atención al detalle de van Eyck y su maestría en el manejo de la luz. Aunque la identidad exacta del donante sigue siendo desconocida, algunos especulan que el tríptico fue encargado por comerciantes italianos. A lo largo de los años, el estado del tríptico se ha deteriorado, requiriendo varias restauraciones para abordar problemas como la pérdida de pintura y daños en el marco.
El Tríptico de Dresde de van Eyck tuvo una profunda influencia en artistas posteriores, como Rogier van der Weyden. Sus intrincados detalles, rico simbolismo y uso innovador del espacio lo convierten en una piedra angular del arte flamenco primitivo.