Hechos sobre: Pseudonaja
Pseudonaja, comúnmente conocidas como serpientes marrones, constituyen un género de serpientes elápidas venenosas nativas de Australia. Estas serpientes se encuentran entre las más peligrosas del mundo, y hasta las crías pueden infligir una mordedura fatal para los humanos. Cabe destacar que la serpiente marrón rey, a pesar de su nombre, pertenece en realidad al género Pseudechis, conocido como serpientes negras.
El género Pseudonaja incluye varias especies y subespecies, tales como:
- Pseudonaja affinis
- Pseudonaja aspidorhyncha
- Pseudonaja guttata
- Pseudonaja inframacula
- Pseudonaja ingrami
- Pseudonaja mengdeni
- Pseudonaja modesta
- Pseudonaja nuchalis
- Pseudonaja textilis
Estas serpientes habitan en diversas regiones de Australia.
Entre ellas, la serpiente marrón oriental (Pseudonaja textilis) es particularmente conocida por su veneno. Una mordedura de una serpiente marrón puede provocar serias complicaciones médicas, incluyendo coagulopatía por consumo inducida por veneno (una condición que afecta la coagulación de la sangre), daño renal, dolor abdominal, dificultades respiratorias, convulsiones y baja presión arterial. Aunque las especies más pequeñas de Pseudonaja pueden no causar daños severos, las mordeduras de especies más grandes como P. textilis y P. nuchalis pueden resultar mortales.
Las serpientes marrones son conocidas por su naturaleza nerviosa y pueden morder si se sienten amenazadas o si se las acosa. Son responsables de un número significativo de muertes relacionadas con mordeduras de serpientes en Australia. Además de representar un peligro para los humanos, las serpientes marrones también pueden ser una amenaza para las mascotas y el ganado.
Aunque la cantidad de veneno por mordida es relativamente baja, su potencia implica que las mordeduras de ciertas especies pueden tener consecuencias graves. Sin embargo, no todas las mordeduras resultan en complicaciones médicas severas. A pesar de su temible reputación, la mayoría de los encuentros con serpientes marrones no conducen a resultados fatales.