Hechos sobre: Bonaparte, First Consul
Jean-Auguste-Dominique Ingres pintó "Bonaparte, Primer Cónsul" en 1804, representando a Napoleón Bonaparte en su papel de Primer Cónsul. Esta notable obra se puede encontrar en el Museo Curtius en Lieja. El retrato muestra a Napoleón con la mano dentro de su chaleco, una pose común que simbolizaba liderazgo calmado y estable entre los gobernantes de esa época.
En 1803, Napoleón visitó Lieja, donde quedó profundamente conmovido por las dificultades que enfrentaba la población local. En respuesta, asignó fondos para ayudar a reconstruir el barrio de Amercœur. Como gesto de buena voluntad, también prometió a la ciudad un retrato pintado por Ingres. Fiel a su palabra, la pintura fue completada y enviada a Lieja al año siguiente.
Dado que Ingres tenía solo 23 años en ese momento y no pudo convencer a Napoleón de posar para él, basó su obra en un retrato anterior de Napoleón realizado en 1802 por Antoine-Jean Gros. La pintura muestra a Napoleón a la edad de 34 años, listo para firmar un decreto para la reconstrucción del suburbio de Amercœur. Este acto simbolizaba los beneficios de ser parte de Francia y subrayaba la integración de Lieja en la nación francesa.
En una desviación de representaciones anteriores, Napoleón se muestra en un uniforme de cónsul rojo con el cabello corto, adoptando una pose civil con la mano dentro de su chaqueta. El fondo presenta la Catedral de San Lamberto, que estaba siendo demolida durante la Revolución de Lieja. Este elemento simboliza la reconciliación entre la República Francesa y la Iglesia Católica, destacando las relaciones mejoradas entre Francia y el papado tras el Concordato de 1801.