Hechos sobre: Palatschinken
La Palatschinke es una deliciosa y delgada crepa, similar a un crêpe, con raíces que se remontan a la antigua Grecia y Roma. Este plato versátil es especialmente apreciado en los países eslavos del sur y oeste, así como en toda Europa Central y del Este. Dependiendo de dónde te encuentres, podrías escucharla denominada Palaçinka, palacinka, palačinka, palacinta, палачинка, naleśnik, clătite o palacsinta.
El nombre "Palatschinke" proviene de la palabra latina "placenta" que a su vez se deriva de la palabra griega "plakous" que significa un pan plano delgado o en capas. A medida que este plato se extendió por diferentes regiones de Europa Central y Sudoriental, adquirió varios nombres y ligeras variaciones en la receta. Se cree que el "palacsinta" húngaro proviene del "palačinka" checo, que tiene sus raíces en el "plăcintă" rumano.
Aunque comparten similitudes con los crêpes franceses, las Palatschinken tienen su propio toque especial. Se elaboran a partir de una masa sencilla de huevos, harina, leche y una pizca de sal, luego se fríen en mantequilla o aceite hasta que estén doradas. Lo que las hace verdaderamente especiales son las infinitas posibilidades de relleno. Puedes disfrutarlas dulces, con mermeladas, salsas de frutas o chocolate, o saborearlas con rellenos como queso, verduras o carnes. Algunas versiones famosas incluyen el decadente pancake Gundel y el palacsinta en capas Rakott.
También puedes disfrutar las Palatschinken solas, o ser creativo e incorporarlas en otros platos, como la sopa Frittaten, donde se cortan en tiras y se añaden al caldo. Esta querida crepa refleja el rico tapiz de las tradiciones culinarias europeas, mezclando influencias de varias culturas a lo largo de los siglos.