Hechos sobre: Inia geoffrensis
El delfín del río Amazonas, frecuentemente denominado boto, bufeo o delfín rosado del río, es un cetáceo odontoceto fascinante y singular perteneciente a la familia Iniidae. Es la especie de delfín de río de mayor tamaño, con machos adultos que pueden alcanzar hasta 2.5 metros (aproximadamente 8 pies) de longitud y pesar hasta 185 kilogramos (alrededor de 408 libras). Estos delfines son particularmente notables por su color rosado, más pronunciado en los machos. Poseen características distintivas como una aleta dorsal alargada y grandes aletas pectorales, que les facilitan la navegación por los bosques inundados y la captura de presas.
Su alimentación es variada e incluye diferentes tipos de peces, tortugas de río y cangrejos de agua dulce. En cuanto a su clasificación, ha habido ciertas discusiones, pero los científicos generalmente coinciden en la existencia de tres subespecies presentes en la cuenca del Amazonas, en la parte superior del río Madeira en Bolivia y en la cuenca del Orinoco.
Lamentablemente, los delfines del río Amazonas enfrentan varias amenazas, incluyendo la pérdida de hábitat, la caza y el atrapamiento accidental en redes de pesca. Para su protección, han sido incluidos en la Lista Roja de especies en peligro de extinción, y se están implementando diversos esfuerzos de conservación.
En términos de su biología y comportamiento, estos delfines son verdaderamente únicos. Sus rituales de cortejo y patrones reproductivos son interesantes, y son conocidos por su lenta velocidad de nado y estructuras sociales complejas. Dependiendo en gran medida de la ecolocalización para navegar y encontrar alimento en las aguas turbias que habitan.
Los delfines del río Amazonas habitan en una variedad de ecosistemas acuáticos en América del Sur. Tienen una relación especial con los humanos, apareciendo frecuentemente en el folclore local y, en ocasiones, viviendo en cautiverio. Su distribución poblacional varía en diferentes regiones y está influenciada por las condiciones del hábitat y los cambios estacionales.
Proteger a estos delfines es esencial, dadas las amenazas que enfrentan por la contaminación, la deforestación y las actividades humanas que alteran su entorno. Su importancia cultural y los mitos que los rodean añaden a su atractivo, convirtiéndolos en un tema cautivador tanto para el estudio como para los esfuerzos de conservación.