Hechos sobre: Cygnus melancoryphus
El cisne de cuello negro es el ave acuática más grande nativa de América del Sur, y es realmente un espectáculo digno de admirar. Estas elegantes aves presentan una apariencia llamativa: un cuerpo blanco, un cuello y una cabeza negros, un pico grisáceo con un distintivo nudo rojo en su base y una franja blanca detrás del ojo. Los cisnes adultos son bastante grandes, midiendo entre 102 y 124 cm de longitud y pesando entre 3.5 y 6.7 kg. Su envergadura también es impresionante, variando de 135 a 177 cm.
Un aspecto interesante sobre los cisnes de cuello negro es que son relativamente silenciosos. Ambos padres participan en la crianza de sus polluelos, a menudo llevándolos sobre sus espaldas, lo cual es una escena conmovedora. La hembra usualmente pone alrededor de cuatro a seis huevos en un nido construido con vegetación. Su dieta consiste principalmente en vegetación, insectos y huevas de peces, que encuentran en sus hábitats acuáticos.
Estos cisnes generalmente residen en pantanos de agua dulce, lagunas y a lo largo de las orillas de los lagos en el sur de América del Sur. Se pueden encontrar en lugares como la Zona Sur de Chile, la Patagonia, Tierra del Fuego y las Islas Malvinas. Cuando llega el invierno austral, migran hacia el norte a regiones más cálidas como Paraguay, Bolivia y el sur de Brasil. Curiosamente, el Gran Terremoto de Chile creó nuevos humedales que se han convertido en hábitats importantes para estos cisnes.
Sin embargo, la población de cisnes de cuello negro enfrentó una amenaza seria en 2004 y 2005. Miles de ellos murieron o migraron fuera del Santuario de la Naturaleza Carlos Anwandter en Chile debido a la contaminación de la Planta de Celulosa de Valdivia en el Río Cruces. Este incidente causó una disminución significativa en sus números. A pesar de este revés, el cisne de cuello negro está actualmente catalogado como de Preocupación Menor en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN y también está incluido en el Apéndice II de CITES, lo que indica que no están en riesgo inmediato pero aún requieren monitoreo.