Hechos sobre: Lama guanicoe
El guanaco es un fascinante camélido nativo de América del Sur, estrechamente relacionado con la llama. Si alguna vez te encuentras con una cría de guanaco, puedes llamarla "chulengo". Estos animales suelen medir entre 1,0 y 1,3 metros de altura en el hombro y tienen una longitud corporal de aproximadamente 2,1 a 2,2 metros. Generalmente pesan entre 90 y 140 kilogramos. Los guanacos presentan una gama de colores que varía desde el marrón claro hasta el canela oscuro, y tienen caras grisáceas distintivas con orejas pequeñas y rectas. Son uno de los mamíferos terrestres más grandes de América del Sur.
A menudo encontrarás guanacos a grandes altitudes, donde su sangre es rica en glóbulos rojos, lo que les ayuda a sobrevivir en entornos con bajos niveles de oxígeno. Su fibra es muy valorada por su suavidad y calidez, lo que la convierte en un material apreciado para telas de lujo. Estos animales habitan estepas, matorrales y regiones montañosas de América del Sur, incluyendo Perú, Bolivia, Chile, la Patagonia, Paraguay y Argentina. Los guanacos suelen vivir en manadas consistentes en un macho dominante, varias hembras y sus crías.
En la naturaleza, los guanacos deben estar atentos a depredadores naturales como los pumas y los zorros. Su temporada de apareamiento ocurre de noviembre a febrero, durante la cual los machos a menudo luchan por la dominancia. Después de un período de gestación de once meses y medio, una hembra da a luz a un solo chulengo. Aunque los guanacos todavía se consideran animales salvajes, también pueden encontrarse en algunos zoológicos de EE. UU. y en rebaños privados. Se cree que las llamas domésticas descienden de los guanacos.
Los guanacos son conocidos por su alerta y capacidad para huir rápidamente de las amenazas, corriendo a altas velocidades a través de diversos terrenos. Son increíblemente adaptables y pueden incluso prosperar en entornos hostiles como el Desierto de Atacama. Las estimaciones actuales de la población de guanacos varían entre 400,000 y 600,000 individuos. Sus características únicas, adaptaciones ecológicas y significancia cultural hacen de los guanacos una especie verdaderamente cautivadora en América del Sur.