Hechos sobre: Festival de los fantasmas
El Festival de los Fantasmas, también denominado Festival de los Fantasmas Hambrientos, Zhongyuan Jie, Gui Jie o Festival Yulan, es una festividad tradicional en varios países de Asia Oriental, arraigada en las creencias budistas y taoístas. Se celebra durante la decimoquinta noche del séptimo mes del calendario chino. Durante este período, se cree que las puertas del Cielo, el Infierno y el mundo de los vivos se abren, permitiendo a los espíritus vagar libremente. Para aliviar el sufrimiento de estos espíritus, tanto los taoístas como los budistas realizan diversos rituales.
Uno de los aspectos fundamentales del Festival de los Fantasmas es la veneración de los antepasados. Las familias preparan ofrendas de comida, queman incienso y papel joss (también conocido como "dinero de fantasmas"), y organizan comidas elaboradas con asientos vacíos para honrar a los miembros fallecidos de la familia. Los orígenes del moderno Festival de los Fantasmas se pueden rastrear hasta el texto Mahayana conocido como Yulanpen o Sutra Ullambana.
Durante el festival, se llevan a cabo diversos rituales y ceremonias para mitigar el sufrimiento de los fantasmas. Estos incluyen quemar incienso y hacer ofrendas a los fallecidos. En algunos países de Asia Oriental, se realizan actuaciones en vivo con asientos vacíos reservados específicamente para los espíritus. El festival a menudo concluye con el lanzamiento de linternas flotantes en el agua, destinadas a guiar a las almas perdidas de los antepasados hacia el más allá.
El Festival de los Fantasmas también se celebra en otras partes de Asia, cada una con sus propias tradiciones y prácticas únicas. En Taiwán, por ejemplo, todo el séptimo mes lunar se conoce como el Mes de los Fantasmas. Se llevan a cabo varios rituales y ofrendas durante este período para apaciguar a los espíritus. En Japón, el festival se llama Obon, un tiempo para reuniones familiares y honrar a los antepasados. En Vietnam, se conoce como Tết Trung Nguyên, donde el enfoque está en perdonar a las almas condenadas y hacer ofrendas a los espíritus sin hogar.
Existen tradiciones similares en otras comunidades budistas e hindúes de toda Asia, incluyendo Camboya, Laos, Sri Lanka, Tailandia, India e Indonesia. Se cree que estas ceremonias y ofrendas a los antepasados y espíritus traen mérito y bendiciones, asegurando el bienestar tanto de los vivos como de los fallecidos.