Hechos sobre: Ajiaco
El ajiaco es una sopa tradicional muy apreciada que ocupa un lugar especial en los corazones (y las cocinas) de las personas en Colombia, Cuba y Perú. Aunque sus orígenes son objeto de debate, con varios investigadores ofreciendo diferentes perspectivas, una cosa es clara: el ajiaco es un plato que brinda consuelo y sabor de diversas maneras.
En Bogotá, Colombia, el ajiaco se prepara típicamente con pollo, tres tipos de papas y una hierba distintiva llamada Galinsoga parviflora, conocida localmente como guasca. Esta combinación resulta en una sopa sustanciosa y deliciosa que a menudo se adereza con alcaparras, rodajas de aguacate, mazorca de maíz o una cucharada de crema para darle mayor riqueza.
Si viajas a Cuba, encontrarás el ajiaco servido como un estofado robusto que incluye una mezcla de carne de res, cerdo, pollo, vegetales y varias raíces feculentas. Esta versión es un verdadero reflejo de la diversa herencia culinaria de Cuba, con una historia que se remonta al siglo XVI, especialmente popular entre las comunidades rurales.
En Perú, el ajiaco varía según la región, pero comúnmente incluye ingredientes como papas, ajo, ajíes secos, hierbas como la hierba buena y el huacatay. A menudo se sirve con arroz y pollo guisado o conejo, lo que lo convierte en una comida reconfortante y llena de sabor.
La historia del ajiaco es rica y está vinculada a culturas indígenas como los taínos. En Cuba, se ve como un símbolo de la diversa herencia del país. Cada versión única del ajiaco en cada país, con sus propios ingredientes y métodos de cocción, crea un tapiz de sabores que muestra la versatilidad y el significado cultural de este querido plato.