Hechos sobre: Rosalia alpina
El longicornio de Rosalia, también conocido como el escarabajo longicornio alpino, es un insecto llamativo con características distintivas. Estas criaturas miden entre 15 y 38 mm de longitud. Los machos tienen antenas especialmente notables, que pueden alcanzar hasta el doble de la longitud de sus cuerpos. Sus élitros son de color gris azulado con manchas negras, lo que les permite camuflarse eficazmente en su hábitat preferido: los bosques de hayas europeos.
Estos escarabajos se distribuyen desde la Cordillera Cantábrica hasta la región del Cáucaso. Desafortunadamente, sus poblaciones han disminuido en toda Europa, lo que ha llevado a países como Alemania, Hungría, Polonia y Eslovenia a implementar medidas de protección.
El longicornio de Rosalia es más activo de junio a septiembre. Durante el día, se pueden observar cerca de las flores, alimentándose de polen. Además, tienen una forma singular de comunicarse: producen un sonido de chirrido frotando sus patas traseras contra sus élitros.
Durante la reproducción, las hembras depositan sus huevos en las grietas de la corteza de las hayas. Las larvas se alimentan de la corteza y tardan unos tres años en desarrollarse completamente antes de pupar y emerger como adultos.
Curiosamente, el longicornio de Rosalia es el símbolo del Parque Nacional Danubio-Ipoly en Hungría, subrayando su importancia y los esfuerzos dedicados a la conservación de esta fascinante especie.