Palacio de la Aduana, Málaga

El Palacio de la Aduana de Málaga, un imponente edificio situado en el corazón de la ciudad, es uno de los ejemplos más destacados de la arquitectura neoclásica en la región andaluza. Su construcción, que se inició en 1791 bajo la dirección del arquitecto Manuel Martín Rodríguez, refleja la importancia de Málaga como puerto comercial durante los siglos XVIII y XIX.

Originalmente, este majestuoso palacio fue diseñado para albergar la Real Aduana, encargada de la gestión y control de las mercancías que entraban y salían del puerto de Málaga. Su arquitectura se caracteriza por una simetría rigurosa, columnas de estilo toscano y un frontispicio que evoca el poder y la solidez de las instituciones estatales de la época.

Con el paso del tiempo, el edificio ha tenido diversos usos, adaptándose a las necesidades cambiantes de la ciudad. A pesar de sufrir un dañino incendio en 1922 y las consecuencias de la Guerra Civil Española, el Palacio de la Aduana ha sido cuidadosamente restaurado, conservando su esplendor original.

Hoy en día, el Palacio de la Aduana alberga el Museo de Málaga, que combina las colecciones del Museo Provincial de Bellas Artes y el Museo Arqueológico Provincial. Los visitantes pueden explorar una rica oferta cultural que incluye obras de arte, piezas arqueológicas y una valiosa documentación histórica que narra la evolución de la provincia desde la prehistoria hasta la época moderna.