Ibón de Bachimaña Alto

Enclavado en el corazón del Pirineo Aragonés, el Ibón de Bachimaña Alto es una joya natural que deslumbra a los amantes de la montaña y la tranquilidad. Este lago de origen glaciar, situado a una altitud aproximada de 2,200 metros sobre el nivel del mar, es un destino predilecto para los senderistas que recorren el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.

El Ibón de Bachimaña Alto se caracteriza por sus aguas cristalinas que reflejan como un espejo las imponentes cumbres que lo rodean. Durante los meses de verano, cuando la nieve se ha derretido, el lago se convierte en el punto de partida para numerosas rutas de alta montaña, incluyendo la ascensión a picos emblemáticos como el Gran Facha o el Balaitús.

Acceder al Ibón de Bachimaña Alto es una aventura en sí misma. Los senderistas pueden comenzar su travesía desde el Balneario de Panticosa, siguiendo un camino que serpentea entre bosques de pino negro y praderas alpinas, ofreciendo vistas espectaculares de cascadas y otros ibones menores. A medida que se asciende, el paisaje se torna más abrupto y la vegetación da paso a la roca y el hielo, testigos del antiguo glaciar que dio forma al valle.

Una vez en el lago, los visitantes pueden disfrutar de un merecido descanso en el refugio de montaña que lleva el mismo nombre, el Refugio de Bachimaña, donde se puede pernoctar y reponer fuerzas. Este refugio es también un punto de encuentro para montañeros de diversas nacionalidades, creando un ambiente de camaradería y compartiendo experiencias de sus aventuras en la alta montaña.

El Ibón de Bachimaña Alto no es solo un lugar de belleza escénica, sino también un ecosistema frágil que alberga una rica biodiversidad. Es hogar de especies adaptadas a la vida en altitud, como el tritón pirenaico o la perdiz nival, y una variedad de flora endémica que desafía las condiciones extremas.