Hechos sobre: Rusa alfredi
El ciervo moteado de Visayas, también conocido como ciervo moteado filipino o ciervo del príncipe Alfredo, es una especie en peligro de extinción que se encuentra principalmente en las selvas tropicales de las islas Visayas, específicamente en Panay y Negros. Sorprendentemente, no fue reconocido como una especie separada hasta 1983. Para 1996, la población había disminuido drásticamente, con estimaciones que sugerían que solo quedaban unos 2,500 individuos maduros en todo el mundo. Hoy en día, los esfuerzos de conservación continúan, con aproximadamente 300 de estos ciervos que se cree sobreviven en la isla de Negros.
Este ciervo se distingue por su pequeño tamaño y apariencia llamativa: tiene manchas beige distintivas sobre un pelaje marrón oscuro, complementado por partes inferiores de color crema. Desafortunadamente, su número ha estado disminuyendo debido a la deforestación, la caza y la pérdida de hábitat causada por la tala y la agricultura. A pesar de estar completamente protegido bajo la ley filipina, estas amenazas persisten.
La temporada de reproducción del ciervo moteado de Visayas ocurre de noviembre a diciembre. Durante este tiempo, los machos utilizan un llamado rugiente para atraer a las hembras. Después de un período de gestación de unos 240 días, nacen las crías. Los programas de cría en cautividad han tenido cierto éxito, lo que ha llevado a la liberación de ciervos en hábitats protegidos.
Las principales amenazas para esta especie incluyen la deforestación, la caza por su carne y la pérdida de hábitat. Desde 1996, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) ha incluido al ciervo como en peligro de extinción debido a su población en declive. No obstante, los esfuerzos de redescubrimiento en el Parque Natural del Norte de Negros han proporcionado esperanza, revelando evidencia de una población salvaje sobreviviente. A pesar de ello, la especie todavía enfrenta desafíos significativos.