Hechos sobre: Sterna hirundo
El charrán común, un ave marina de la familia Laridae, es un verdadero trotamundos con cuatro subespecies distribuidas por Europa, Asia y América del Norte. Estas aves tienen un notable instinto migratorio, pasando sus inviernos en áreas costeras más cálidas de los trópicos y subtrópicos.
Los charranes comunes adultos son fáciles de identificar por su plumaje superior de color gris claro, sus partes inferiores blancas o gris muy claro, y sus distintivas capuchas negras. Asimismo, poseen patas de color rojo anaranjado y un pico estrecho y puntiagudo cuyo color varía entre las subespecies. Al momento de anidar, prefieren áreas planas con poca vegetación cerca del agua e incluso se han adaptado a usar plataformas artificiales como balsas flotantes. Cada nido suele contener hasta tres huevos bien camuflados en playas abiertas, que son incubados durante aproximadamente 21-22 días. Los polluelos, cubiertos de suaves plumas, tardan alrededor de 22-28 días en emplumar y son alimentados principalmente con peces capturados por sus padres mediante zambullidas.
En términos de taxonomía, los charranes son aves marinas de tamaño pequeño a mediano, estrechamente relacionadas con las gaviotas, rayadores y págalo. Los parientes más cercanos del charrán común incluyen el charrán antártico, el charrán ártico euroasiático y el charrán rosado. Carl Linnaeus describió por primera vez al charrán común en 1758, nombrándolo Sterna hirundo. Hay cuatro subespecies reconocidas, cada una con ligeras variaciones en el color del pico y otras características.
Estas aves se encuentran en Europa, Asia, América del Norte y partes de África, reproduciéndose en una variedad de hábitats como playas arenosas, islas e incluso estructuras artificiales. A pesar de su adaptabilidad, enfrentan amenazas como la pérdida de hábitat, la contaminación, la perturbación de las colonias de reproducción y la depredación por mamíferos y aves. Los charranes comunes son excelentes voladores y hábiles en la captura de peces mediante zambullidas. También tienen una amplia gama de llamadas para la comunicación y el reconocimiento entre ellos.
Actualmente, el charrán común está catalogado como de "preocupación menor" en la Lista Roja de la UICN, gracias a su gran población y amplia área de reproducción. Aunque en el pasado enfrentaron declives significativos debido a la caza para la industria de la moda, los esfuerzos de conservación y las leyes de protección han ayudado a que sus números se recuperen. Sin embargo, en América del Norte, su población ha estado disminuyendo en las últimas décadas debido a desafíos persistentes como la pérdida de hábitat, la contaminación y las perturbaciones. Para asegurar su supervivencia a largo plazo, existen acuerdos internacionales y planes de conservación destinados a proteger a estas notables aves.