Basilica di San Francesco, Ravena

La Basílica de San Francisco es una de las principales iglesias de Rávena. Fue construida por primera vez en 450 por Neo, obispo de Rávena, y dedicada a San Pedro y San Pablo. Más tarde, también fue conocida como la Iglesia de los Apóstoles. En la segunda mitad del siglo IX y en el transcurso del siglo X, la iglesia anterior fue demolida para construir una más grande y un alto campanario, que se conservan. Esta nueva iglesia se dedicó a San Pedro y se llamó San Pietro Maggiore. En 1261 pasó a manos de los franciscanos y se volvió a dedicar a Francisco de Asís.

El funeral de Dante Alighieri se celebró en la iglesia en 1321 y sus restos aún descansan junto a la iglesia en la Tumba de Dante. Entre 1500 y 1700 la iglesia fue restaurada una y otra vez y se añadieron altares y decoraciones barrocas. La restauración más importante fue la realizada por Pietro Zumaglini en 1793. Poco después, Rávena fue ocupada por los franceses y en 1810 el monasterio fue suprimido, con sus edificios confiscados por las autoridades, pero la iglesia se mantuvo abierta como parroquia, lo que todavía es. Entre 1918 y 1921, en preparación del 600 aniversario de la muerte de Dante, la iglesia fue restaurada radicalmente, eliminando todos los añadidos barrocos y devolviéndole algo parecido a su estilo original. Durante el aniversario se convocó un concurso para realizar un nuevo esquema en el interior de la iglesia basado en la obra más conocida de Dante, la Divina Comedia. Adolfo De Carolis ganó el concurso, pero su repentina muerte impidió la realización de su proyecto. La cripta se restauró entre 1926 y 1970 y en 1949 los franciscanos volvieron a hacerse cargo de la iglesia. En lugar de los antiguos edificios del monasterio, se trasladaron a un edificio frente a la iglesia y continuaron gestionándola como iglesia parroquial.